No se trataba de París ni de Berlín, por ende muchos pensaron que, como de costumbre, los atentados en un lugar como Sri Lanka no generarían el mismo grado de condolencias y un dolor tan generalizado en el globo. No obstante, esta vez se escuchó al unísono un grito de solidaridad mundial con Sri Lanka así no se tratara del primer mundo, como debe ser.
Pero no es una fecha para recalcar. En numerosos atentados con bomba contra iglesias cristianas y hoteles de cinco estrellas, locales y turistas experimentaron el terror principalmente en la capital del país insular, Colombo. El saldo provisional de víctimas es de 207 muertos y 450 heridos. La barbarie del extremismo se sigue ensañando contra la población civil. Si bien no existen aún organizaciones terroristas que reivindiquen el atentado, todo apunta en dirección al fanatismo religioso.
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De cualquier forma y mientras se esclarecen los móviles y perpetradores, el clamor fue unido en todo el globo y sin importar la filiación política. En esta época la búsqueda es por un mundo sin necesidad de utilizar las armas pensando que con ello se puede hacer reivindicaciones.
Y es que tal como lo aseguró el expresidente estadounidense, Barack Obama, todo atentado de estos no es contra un país en particular, sino contra toda la especie humana: "Los ataques contra turistas y peregrinos de pascua en Sri Lanka son un ataque contra la humanidad. En un día dedicado al amor, a la redención y a la renovación, rezamos por las víctimas y estamos con el pueblo de Sri Lanka".
Similar opinión tuvo el presidente de Francia, Emmanuel Macron: "Condenamos firmemente estos actos de odio. Estamos con el pueblo de Sri Lanka y nuestros pensamientos van hacia los familiares de las víctimas en este domingo de pascua".
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El presidente de Colombia, Iván Duque, se refirió a la tragedia y se solidarizó con las víctimas de tal barbarie: "Toda nuestra solidaridad con las autoridades y con los familiares de las víctimas que sufren el dolor de la violencia. Rechazamos estos actos de terrorismo".
Desde el catolicismo y en plena Semana Santa, el Papa Francisco tuvo palabras durante una eucaristía en Roma para con los cristianos asesinados en estos días de reflexión y fe: "Deseo mostrar mi cercanía más afectuosa a la comunidad cristiana, golpeada mientras se encontraba en oración, y a todas las víctimas de esta violencia cruel".
Por su parte, el presidente de la India, Narendra Modi, consideró que "no hay lugar para tal barbarie en nuestra región. India se solidariza con el pueblo de Sri Lanka. Mis pensamientos están con las familias desconsolados y mis rezos con los heridos".
Desde Bruselas, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, aseguró que el bloque continental está preparado para dar toda la ayuda que necesite la nación asiática golpeada por el terror: "Estamos listos para apoyarlos".
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Sin duda y a diferencia de otros atentados, al mundo empieza a entender que la violencia yihadista y la barbarie debe ser condenada con la misma vehemencia en cualquier lugar que ocurra. La tragedia acaecida en Sri Lanka demuestra que no debe haber matices en la lucha global contra el terror ni en los esfuerzos para blindar a la población ante el odio.
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