El gesto de la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, frente al comandante de la Policía Metropolitana, general Óscar Gómez, continúa generando controversia en las redes sociales y despertando comentarios desde diferentes sectores, tal y como lo hizo Armando Vergara, veedor de Salud y Bienestar para la Policía Nacional, quien manifestó su inconformismo contra lo sucedido y le solicitó a la alcaldesa que respete a los uniformados.
"Hoy quiero citar mi inconformismo con la señora alcaldesa Mayor de Bogotá, Claudia López, y pedirle que por favor respete a la Policía Nacional. ¡Qué pena alcaldesa pero usted no tenía porqué haberle cortado la rueda de prensa al comandante de la Metropolitana de Bogotá!, él merece respeto tal y como lo merece usted", expresó Vergara, quien es un policía retirado de la institución hace aproximadamente 10 años.
Posteriormente, el veedor de los uniformados agregó que comportamientos como el de la alcaldesa incitan al irrespeto de las autoridades por parte de la ciudadanía.
"Ayúdenos más bien a que se respeten (a los policías). Por eso que usted hace es que el civil no respeta al policía, lo escupe y le pega. Hoy en día, en esta pandemia, quienes están poniendo la cara son los médicos, enfermeras y policías", agregó Armando Vergara, solicitando también al director General de la Policía Nacional, mayor Óscar Atehortúa, que "siente un precedente" para que el respeto hacia los miembros de la institución prime en el trato, tanto de ciudadanos como de mandatarios.
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¿Cómo surgió esta veeduría?
La Veeduría de Salud y Bienestar para la Policía Nacional la constituyó en 2013 Armando Vergara, quien es un policía retirado de la institución desde el 2010 que tras concluir el periodo requerido para su pensión, decidió velar por los derechos de sus excompañeros.
Así entonces, esta entidad se dedica a vigilar la situación laboral de los uniformados y los temas de contratación con diferentes entidades del Estado, realizando diferentes denuncias de gran controversia entre la opinión pública que le han llevado a sembrar diferentes enemigos, como las situaciones inhumanas de algunas Unidades de Reacción Inmediata -URI- de Bogotá y la compra de motos eléctricas por parte del Fondo de Vigilancia y Seguridad de la ciudad.
En 2017, Armando Vergara denunció haber sido víctima de amenazas y robo de información en su residencia, a la cual también le han llegado sufragios y mensajes intimidantes.