Dentro de la cultura coreana se dice que existe el hábito de que las mujeres se limpian diariamente la cara con hielo, y por eso es que su piel permanece tensa y limpia por más años. Esto, llevado a un contexto más global, resultó siendo cierto, y se comprobó que por la baja temperatura del hielo, la piel puede reducir sus poros dilatados.
Así las cosas, el hielo puede ser el elemento perfecto para reducir las impurezas, como las espinillas, el acné, los puntos negros y también las líneas expresivas, que pueden llegar a ser muy notorias con el pasar de los años.
En el caso de las impurezas, el hielo puede ser muy útil como una ayuda extra para tratar o incluso prevenir este problema, ya que cierra los poros, evitando que entre suciedad y grasa. Esto puede funcionar siempre y cuando el acné no sea un problema hormonal, ya que ahí sí se deberían usar medicamentos.
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Ahora bien, se puede combatir las arrugas con hielo, que hace la piel más suave y la tonifica, debido a que el frío tensa la piel ayudando a reducir los poros dilatados.
Tras un par de meses masajeando el rostro con cubos de hielo, podría notar que su rostro está más firme. Además de tonificar la piel, hace lo propio con los glúteos, las piernas y, en general, con cualquier parte del cuerpo donde se masajee con él.
Lo importante es que estos tratamientos deben durar máximo 15 minutos y para óptimos resultados se debe hacer en las mañanas y por las noches, teniendo en cuenta que el hielo no se debe aplicar de manera directa, sino que debe estar envuelto en un pañuelo o en algo que evite el contacto directo porque podría quemar la piel.
Para beneficios adicionales en cuanto al rejuvenecimiento de la piel, una buena idea es preparar los cubos de hielo con limón, agua de rosas, té verde, agua de pepino o té de manzanilla, entre otros ingredientes.
