El amor dentro de una relación hace que la pareja en muchas ocasiones experimente una felicidad casi completa, que sienta aquellas “mariposas” en el estómago, e incluso esté segura de haber encontrado a la persona perfecta.
Esto hace que el vínculo amoroso sea “color rosa”, y que, de algún modo, se idealice a la otra persona, debido a que se pasan por alto aquellos comportamientos que son desagradables, porque se prefiere resaltar aquellas cualidades que quizá no tenga.
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Sin embargo, idealizar puede ser un problema dentro de una relación, dado que no se ve a la persona como es, sino como se quiere ver y, de ese modo, se establece un vínculo basado en el afecto y las expectativas que se tienen del otro.
kienyke.com consultó con la psicóloga y sexóloga Flavia Dos Santos, quien explicó “ la idealización ocurre, porque uno trata de encontrar en la otra persona lo que siente que le hace falta a uno, pero lo que está expresando es el reflejo de lo que le gustaría tener o ser ”.
Una de las formas erróneas al idealizar, es que la persona piensa que el otro individuo va a llenar todo los vacíos y que ese ser va a ser la fuente de toda felicidad.
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Además, se piensa que aquella persona es la solución de todo , pero esto termina siendo negativo, debido a que como individuos no se debería depositar los faltantes en otra persona.
“La etapa en la que se da la idealización puede ser desde el principio, a la mitad de la relación o cuando está ya se encuentra muy avanzada. Como consecuencia de ello la persona puede pensar que su pareja le es siempre fiel o que está cien por ciento comprometida, pero después se da cuenta que ese otro es totalmente diferente”, refirió la experta.
Cuando se idealiza a alguien no es posible ver la realidad de la otra persona, sino que se le atribuyen cualidades inexistentes, y eso en algún punto de la relación puede generar choques, irritación o tensiones en la pareja.
¿Qué significa la idealización? Según la R.A.E, es el resultado de elevar las cosas sobre la realidad sensible por medio de la inteligencia o la fantasía.
El idealizador puede tener el factor de baja autoestima o un complejo de inferioridad, que lo lleva a manifestar todos sus sueños y anhelos en la vida de la otra persona.
Sin embargo, Dos Santos, refiere que la idealización se vuelve algo positivo cuando “ por ejemplo se quiere retomar algún aspecto que se ha perdido a causa de una crisis en la relación y se desea arreglar. En este caso es bueno pensar que la pareja tiene excelentes cualidades y por ende se calman ciertos conflictos, además, es posible que se genere de nuevo el enamoramiento”.
Uno de los aspectos más relevantes es que en primera medida debe existir un “autoreconocimiento y tener expectativas reales y no altas, para que no se deposite en la vida del otro todo lo que se ha planeado para uno mismo. Además, es importante que cada persona sepa que no puede pensar que la pareja es la que tiene el mando de su vida o que es el responsable de su felicidad”, añadió Flavia.
Finalmente la experta dijo que “para vivir una relación verdadera y que se pueda disfrutar, es muy importante que se acepte a la pareja con sus fallas y fortalezas, teniendo plena consciencia que uno también tiene imperfecciones y se ama como es”.
