Diciembre llegó con toda su fuerza festiva y seguramente una sensación muy común a lo largo de este mes es las ganas de compartir con nuestros seres queridos, buscar esos espacios cálidos para celebrar todos esos momentos destacados del año y soñar con todo lo bueno que traerá el próximo. Aquí un protagonista puede ser el vino, ese vehículo perfecto que convierte una noche o tardeada regular en una realmente memorable.
A propósito de esta bebida estrella, en KienyKe.com conversamos con Rodolfo Bastida, enólogo y director General de bodegas Ramón Bilbao, una de las bodegas más emblemáticas de España, que celebra con orgullo su centenario, rindiendo homenaje tanto a la rica tradición vinícola de la marca como a su estrecha relación con Colombia, un mercado clave para su expansión en América Latina.
Para conmemorar este hito histórico, la bodega ha lanzado dos ediciones limitadas en España. La primera, un vino 100% Garnacha con una impresionante crianza de 100 meses en depósitos de hormigón, y la segunda, un Gran Reserva de la añada 2001, considerada excepcional en la Rioja, que resalta la calidad y longevidad de sus mejores cosechas.
Sin embargo, lo más destacado de este aniversario es el lanzamiento exclusivo para Colombia. Se trata de un vino 100% Tempranillo, elaborado especialmente para los gustos y paladares colombianos. Este vino de alta gama, disponible únicamente en las tiendas Dislicores a nivel nacional, proviene de viñedos seleccionados situados entre los 450 y los 700 metros de altitud, lo que le confiere una complejidad excepcional y una expresión única del terroir.
KienyKe: ¿Cómo ves el consumo de vino en Colombia?
Rodolfo Bastida: Colombia es un país que está despertando al mundo del vino, siempre ha habido interés, quiero decir que hay más y más personas que se incorporan al consumo. Me sorprende la juventud, en muchos casos es gente con edades relativamente tempranas y van más allá del interés de beber un vino, quieren saber más cosas y quieren saber dónde se hace, quién lo hace, qué técnicas ha utilizado y yo creo que eso da mucho recorrido porque es la manera que al final la gente quede enganchada en el sector, porque es un sector con muchísimos ángulos diferentes, y yo creo que Colombia es un buen ejemplo de un país joven con incorporación de gente joven, porque tradicionalmente ha habido personas con bastante interés en el mundo del vino y sobre todo los vinos españoles.
KyK: ¿Cómo definirías el gusto de los colombianos en vino y cuál es la tendencia en la actualidad?
RB: Yo lo asocio bastante al consumo español en general, por ejemplo, el boom que está teniendo Rueda en Colombia, es muy importante y es una región relativamente nueva en España, pero en España también ha tenido mucho desarrollo principalmente como vino de barra y yo creo que también hay interés, por ejemplo, en Ribera del Duero, que es otra región, un poco más allá de Rioja, que Rioja es quizá la más clásica, la más conocida, entonces yo creo que el consumo acercándose a estas regiones también es curioso, es sorprendente y va muy con las tendencias más modernas de lo que se consume también en España. También relaciono bastante la forma de consumo incluso a algunos tragos, ya no solamente el vino, sino el gin tonic y cosas que están de moda en España también lo están en Colombia, o sea que creo que en ese sentido el gusto del colombiano y la colombiana tiene mucho que ver con el gusto de los españoles.
KyK: Para los menos conocedores, cuéntanos las diferencias entre uvas, como tempranillo, garnacha, etc.
RB: En general, las uvas principales en España y especialmente en las regiones que nosotros estamos, en Rías Baixas con mar de Frades y el albariño, con la marca Ramón Bilbao en Rueda con el Verdejo y con el Tempranillo y las otras variedades locales, y en cruz de Alba con nuestra marca de Ribera del Duero y el tinto fino son todas variedades autóctonas, son variedades locales que han sobrevivido durante muchos años en la zona y que probablemente en el pasado se cultivaban más variedades, pero estas han sido las que mejor se han adaptado, y tienes el caso, por ejemplo, del Verdejo de rueda que la expresión es muy fresca, es de hierba recién cortada, de ramillete de flores con ciertas notas minerales, va a ser un vino muy agradable de beber, es muy ácido, no es un ácido intenso, es un vino intenso en aromas, no demasiado ácido, que hace que sea muy agradable y que se pueda tomar sin apenas comida.
Tienes, por ejemplo, el albariño, que es una variedad mucho más radical en el sentido de que es más ácida, más intensa en frescor, pero es una variedad en general que hay que acompañarla con comida, idealmente, el marisco o el pescado, que se come mucho también en Colombia, yo creo que por eso hace buen maridaje también con la zona, pero es una variedad que te recuerda siempre a un ramillete de flores, es muy difícil concretarla en una sola, en un solo aroma, que tiene las sensaciones como de agua de mar muy frescas, y yo creo que esa serían un poco a sus diferencias.
El Tempranillo al final es una variedad, una sensación mucho más sedosa, más velveting que se puede identificar así fácil de beber, pero con bastante cuerpo y sobre todo son vinos, por ejemplo, aquí en Rioja, muy longevos, son vinos que se pueden tomar con 10, 20, 30 años y yo creo que eso lo hace una gran variedad del mundo.