
En una Bogotá cada vez más abierta al mundo y a su paladar, la gastronomía ha dejado de ser solo una excusa para salir a comer y se ha convertido en una forma de explorar, sentir y conectar. En ese nuevo mapa culinario donde lo clásico se reinventa y lo contemporáneo se afinca con identidad, emerge un restaurante cuyo nombre puede descolocar a primera vista: Arrogante.
Ubicado en pleno corazón de la Zona Rosa, en la calle 84A #9-11, este espacio no solo hace honor a la cocina italiana, sino que la desafía con creatividad, frescura y una premisa clara: que todos coman bien, sin miedo al precio.
“Atypical Italian”: mucho más que pasta y pizza
Desde su fachada sofisticada hasta sus mesas con energía vibrante, Arrogante propone una experiencia que, como su eslogan lo sugiere, es “Atypical Italian”. Aquí no encontrarás el estereotipo de trattoria tradicional, sino una fusión entre lo auténtico y lo inesperado.
La carta ofrece platos elaborados con ingredientes frescos, técnicas cuidadas y una pasta artesanal que respeta los tiempos y los sabores. Pero la joya de la casa, esa que genera conversación y sorpresa, es su pizza de masa negra. El secreto: una base hecha con masa madre, fermentada durante más de 48 horas. El resultado es una textura ligera, crujiente y de sabor profundo, con un color oscuro que desafía la vista antes de enamorar el gusto.
Pese a estar ubicado en una de las zonas más exclusivas de la ciudad, Arrogante rompe con el cliché de restaurante inalcanzable. Su propuesta es clara: alta calidad sin alta barrera de entrada.
“Queremos que la gente sepa que pueden venir sin miedo al precio. No se trata de un sitio exclusivo solo para algunos, sino de un espacio para todos los que quieran comer bien”, explican desde el equipo de cocina y atención.
Y lo cumplen. Ya sea para un almuerzo casual entre semana o una cena especial de fin de semana, hay opciones para distintos presupuestos. Todo sin sacrificar ambiente, sabor ni servicio.
En Arrogante, la innovación no es una estrategia de marketing, sino una filosofía de cocina. El menú está en constante evolución, con nuevos platos que aparecen regularmente para mantener viva la curiosidad de sus comensales. Cada visita puede convertirse en una nueva exploración, sin necesidad de tomar un avión a Roma o Florencia.
El ambiente combina lo elegante con lo relajado, permitiendo que la experiencia gastronómica no se sienta rígida, sino cercana. Perfecto tanto para una cita, una reunión con amigos o incluso una pausa en solitario para reconectar con el gusto.