
Nadie duda que el microondas se convirtió en una significativa ayuda para la cocina. La rápidez con la que permite recalentar, cocinar o descongelar comida. Todo esto hace más sencillo nuestro día. ¿Pero realmente es bueno para nuestra salud?.
En 1946 cuando el doctor Percy Spencer, en medio de una investigación en la que probaba un nuevo tubo al vacío llamado magnetrón, descubrió que una chocolatina que tenía en su bolsillo se había derretido. Este simple acontecimiento produjo el nacimiento del microondas.
Un año después salió al mercado el primer horno microondas que fue mejorando con los años hasta instaurarse en los hogares de medio planeta.
Lea también: Diez razones para no darle concentrado a su perro
Sin embargo, nunca se han dejado de analizar los daños para la salud que puede conllevar utilizarlo. Se dice de que irradia ondas peligrosas para los seres humanos, deteriora la comida acabando con sus principales propiedades o que puede producir intoxicaciones alimentarias. ¿Leyendas urbanas o es realmente malo usar el microondas?.
Lea también: La reina del fitness revela sus secretos de alimentación
Aunque la mayoría de gobiernos, industrias y la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) defienden su uso como un electrodoméstico seguro para la salud, diferentes investigaciones a lo largo de la historia han sacado a la luz algunas razones para tratar de evitar cocinar de algunas formas o calentar determinados alimentos en el microondas por las consecuencias que tienen sobre éstos.
A continuación les mostramos cinco consecuencias, según expertos y recopiladas por El Confidencial de España, del uso inadecuado o excesivo del microondas.
El efecto Maillard
Preparar alimentos en el microondas y no cocinarlos durante el tiempo suficiente genera una reacción conocida Maillard. Se trata de una completa interacción química entre azúcares y proteínas que provoca el oscurecimiento de los alimentos, que además ocurre con el almacenamiento prolongado de los mismos.
El foco de bacterias
Debido a que el microondas no penetra en los alimentos más gruesos, por ejemplo en las pechugas de pollo, puede ocurrir que no se cocinen de la mejor manera. Al no calentarse suficiente la comida, algunas bacterias podrían sobrevivir y causarle malestares gastrointestinales.
Para evitar este daño para la salud, los expertos recomiendan dejar reposar por unos minutos la comida antes de sacarla del microondas para que el calor se distribuya de manera uniforme.
Se acaban las enzimas y nutrientes
De acuerdo con la médica Odile Fernández, autora del libro Alimentación Anticáncer, y la bioquímica Olga Cuevas, algunos alimentados procesados en el microondas pueden perder hasta un 75% de algunos nutrientes como los antioxidantes. Las ondas electromagnéticas hacen vibrar las moléculas de agua de los alimentos motivando una fricción que genera calor desde el interior hacia el exterior alterando su estructura química.
En otras palabras, estos métodos de calentamiento rápido destruyen más enzimas y nutrientes, al contrario si se cocinan lentamente al fuego.
Los alimentos no saben igual
Según una investigación realizada en el Departamento de Química del Sabor y Aroma del Centro Nacional de Investigación Tahrir St. Dokki, en el Cairo (Egipto), los alimentos procesados en microondas tienen menos sabor que los se cocinan en un horno tradicional.
Además ciertos compuestos químicos se evaporan, lo que produce que la comida pierda o modifique su sabor original.
Lo más grave sería el daño que podría ocasionar las verduras. Cocer los vegetales en el microondas puede hacerlas tóxicas y cancerígenas.
Los alimentos pierden el agua
De acuerdo con la misma investigación, las moléculas de agua reaccionan con más fuerza al calor de las ondas del microondas, lo que hace se evapore más rápido y a mayor medida la comida.
Consejos
Si en su diario vivir es imposible evitar el uso del microondas, por ejemplo, porque algunas personas calientan por este medio sus alimentos en el trabajo, se puede tomar algunos consejos para tener un uso adecuado del mismo aumentando la seguridad de los alimentos.
No usar botellas, envases o recipientes de plástico no adecuados –como los del yogur, las cremas de verduras o los botes de mayonesa o mostaza– para calentar su comida.
No caliente los alimentos sin quitarles las fundas de plástico del supermercado.
Pese a la creencia generalizada de que debe dejar unos segundos la comida dentro del microondas para que repose y evitar el peligro de radiación por exposición a las partículas de radiofrecuencia, los investigadores han demostrado que este trámite no es necesario porque una vez apagado, no quedan residuos de éstas partículas.
En la medida de lo posible, tratar de calentar los alimentos en recipientes de vidrio o cerámica especiales para microondas.
Antes de calentar la comida se debe ventilar el interior del microondas dejando la tapa abierta un par de minutos.
