
La intolerancia continúa marcando la agenda diaria en el país, esta vez con un nuevo hecho de violencia que tuvo como víctima a una uniformada de la Policía Metropolitana de Bogotá. En medio de un procedimiento por una riña en el sur de la capital, una mujer mordió el dedo de una patrullera con tal fuerza que estuvo a punto de arrancárselo.
El hecho se registró en el barrio Laureles, de la localidad de Bosa, cuando los vecinos alertaron a las autoridades sobre un fuerte altercado dentro de una vivienda. Al llegar al lugar, las patrullas encontraron a varias personas alteradas, aparentemente bajo los efectos del alcohol, que se resistían a acatar las órdenes policiales.
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Fue entonces cuando una mujer intentó impedir la intervención de los uniformados y, en medio del forcejeo, atacó a la patrullera, mordiendo uno de sus dedos y provocándole una grave lesión en la mano. La uniformada fue trasladada a un centro médico, donde recibió atención inmediata y, aunque la herida fue profunda, no perdió la movilidad del dedo afectado.
“Nuestras unidades llegaron al lugar y se encontraron con varias personas alteradas. Una de ellas intentó agredir a una uniformada y, en medio del forcejeo, le mordió el dedo con tal fuerza que por poco se lo arranca”, explicó un oficial en declaraciones a Blu Radio.
¿Qué cargos enfrentará la mujer que mordió a la patrullera?
La agresora fue capturada en el sitio y puesta a disposición de la Fiscalía General de la Nación, que le imputará los delitos de lesiones personales y agresión a servidor público.
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El hecho no solo generó indignación en la comunidad, sino que volvió a encender las alarmas sobre los crecientes episodios de intolerancia que se registran a diario en Bogotá y otras ciudades del país.
En muchos casos, discusiones menores o altercados familiares terminan en actos de violencia que ponen en riesgo la integridad de ciudadanos y de los mismos agentes encargados de garantizar el orden.
Desde la Policía Metropolitana de Bogotá se reiteró el llamado a la calma y al respeto por la autoridad, recordando que los uniformados arriesgan su integridad a diario en cumplimiento de su deber.