Las regalías por el alquiler del carro serán donadas a beneficio de personas pobres, y el total de la venta será usado así: el 70% a la ciudad de Nineveh en Irak, para los damnificados y víctimas de la guerra; el 20% a dos ONG con proyectos en África -'Amici per il Centrafrica Onlus' y GICAM, que se encargan de ayudar a las víctimas de trata de personas y el 10% restante a la Asociación Papa Juan XXIII, con fines católicos.
El carro es una edición especial del Lamborghini Huracán preparada por el exclusivo estudio de la compañía italiana Ad Personam y pintada en color Blanco Monocerus con adornos en color Giallo Tiberino, emulando la bandera de la Ciudad del Vaticano, especialmente para el Papa.
El motor es un V10 de 5.2 litros que desarrolla 610 CV de potencia y 560 Nm de par máximo, con una caja de cambios automática de siete relaciones y tracción integral. El resultado es una aceleración de 0 a 100 km/h en 3.2 segundos y una velocidad punta de 325 km/h.