Y Patrocinio escapó. Se puso de pie en su bicicleta Vitus y comenzó a pedalear con un ritmo infernal que solo pudo seguir el escocés David Millar. Mientras el colombiano subía con la naturalidad con que remontaba las carreteras boyacenses, los demás corredores veían cómo ese ciclista poco conocido, el número 125, se iba haciendo cada más pequeño frente a sus ojos. Apenas distinguían la camiseta blanca de rayas amarillo, azul y rojo, y el inmenso letrero negro de Colombia. Ese día, el 11 de julio de 1983, Patrocinio Jiménez logró coronar de primero la cima del Tourmalet, un empinado pico de 2115 metros donde muchos corredores del Tour de Francia pierden sus fuerzas.
Patrocinio no logró ganar la etapa, de 201 kilómetros, pues en la bajada perdió la ventaja con Millar y fue alcanzado por Pascal Simon y ‘Perico’ Delgado. Después de todo, ‘El viejo Patro’, como le decían, era un escalador nato. El colombiano vistió la camiseta de pepas rojas que distingue al mejor escalador de la carrera durante 18 etapas. Jiménez formó parte del primer equipo colombiano en participar en el Tour de Francia. El primer y único equipo amateur que ha corrido la carrera, que estaba conformado por diez hombres: Alfonso Flórez Ortiz, Samuel Cabrera, Fabio Casas, Edgar ‘Condorito’ Corredor, José Patrocinio Jiménez, Alfonso López, Cristóbal Pérez, Abelardo Ríos, Julio Alberto Rubiano y Rafael Toloza. Ellos comenzaron a escribir la historia de los colombianos en el Tour de Francia: la historia de 'Los Escarabajos'.
Hoy Patrocinio tiene 60 años y está dedicado al transporte de turismo. Aún monta bicicleta. “Me hago unos cien kilómetros los fines de semana”, dice este hombre nacido en Ramiriquí, quien logró una exitosa carrera: campeón de la Vuelta a Colombia y el Clásico RCN de 1976, campeón de la montaña en el Tour del’Avenir en 1981, séptimo en la Vuelta a España de 1984, y puesto quince en el Tour de Francia de 1984. El colombiano participó en la histórica carrera en cuatro ocasiones.
En 1983, Patrocinio mantuvo la camiseta de mejor escalador durante 18 etapas. A la derecha, en el equipo Café de Colombia.
Correr en tiempos de Patrocinio era otra cosa. “Las pantalonetas que usábamos en los setenta eran muy cortas. Cuando llovía se desjetaban y le llegaban a uno a las rodillas. Y pesaban”, recuerda Patrocinio. Con las camisetas ocurría lo mismo. Los aguaceros las alargaban dos tallas y duraban mucho tiempo secándose. Oliverio Cárdenas, hoy asistente técnico deportivo de Coldeportes Claro, también sufrió los uniformes de esa época. “Las zapatillas eran de cuero y de suela. Cuando se mojaban era como pedalear con chancletas…Muchas veces los letreros de las camisetas, que eran bordados, quedaban impresos en la piel”.
Patrocinio recuerda la primera vez que se puso un uniforme de Lycra. Fue en 1981, cuando corría en el equipo Freskola. Una fábrica suiza de ropa de ciclismo les ofreció los uniformes a cambio de lucir su marca. El cambio fue grande.
Las bicicletas también han cambiado. Cárdenas, quien ganó cinco veces las metas volantes de la Vuelta a Colombia, dice que hoy pesan en promedio 6800 gramos, mientras que las de antes pesaban 9000 o 10000. Las ruedas también son distintas. Las de hace treinta años tenían 32 0 36 radios; las de hoy, 12.
Patrocinio ganó la Vuelta a Colombia Banco Cafetero en una bicicleta de aluminio Duarte, una marca colombiana que existe en el occidente de Bogotá. José Duarte, el mismo que armó la bicicleta de Patrocinio, aún se dedica a su oficio. “Pero ya estoy cansado. No quiero hacer más bicicletas. Además, la competencia con las bicicletas chinas es muy complicada”, dice el señor Duarte, quien pronto se someterá a una complicada operación.
Para Cárdenas, la globalización ha sido decisiva en el cambio del ciclismo nacional. “Nosotros los entrenadores tenemos acceso a todo lo que se publica gracias a Internet, a cualquier adelante. Estamos al tanto de todo y los resultados se están viendo”.
El equipo de 1983 tenía grandes corredores, quienes pagaron varias novatadas. El primer día de Tour estaban tan nerviosos que se acercaron a orinar juntos a unos arbustos, como solían hacerlo en los campos de Colombia. Los obligaron a pagar 70 francos franceses a cada uno. Patrocinio también sufrió, pues alcanzó a ser séptimo de la general pero en una etapa se le rompió la bicicleta y tuvo que esperar más de cinco minutos para que lo auxiliaran.
El cuarto de izquierda a derecha es Patrocinio. A la derecha, subiendo el Tourmalet con David Millar.
El médico del equipo era Carlos Osorio, hoy médico del Once Caldas. En una entrevista a El Espectador, Osorio afirmó: “En una etapa que terminaba en Burdeos, nos tocó subir a los ciclistas colgados de nuestros hombros a las habitaciones, porque no estaban acostumbrados a correr más de 300 kilómetros en un día. Y veía uno enteros a corredores de otros países porque ya contaban con tecnología para ayudarse y conseguir resultados”.
Patrocinio dice que en el primer Tour no tenían neveras en los vehículos. Mientras subían las cuestas les pasaban el agua de panela caliente. Cárdenas, por su parte, cuenta que varios hoteles cocinaban ellos mismos caldos de papa. En los años setenta, al finalizar las etapas, llenaban un galón de agua y la revolvían con sal. Ese era el reconstituyente.
“Mientras los europeos consumían una cantidad de suplementos, los colombianos comían bocadillos, herpos, manzanas, peras, etc.”, dice Cárdenas, quien considera que eso hizo la diferencia durante muchos años. “Yo le di a probar un pedazo de panela a ‘Perico’ Delgado, quien no entendía que era esa cosa que comíamos los colombianos”, cuenta Patrocinio.
Han pasado treinta años desde que el primer equipo de Colombia corrió el Tour de Francia. Aunque ‘Cochise’ Rodríguez fue el primero en participar, en 1975, la verdadera llegada de Colombia ocurrió en los ochenta. Los colombianos aprendieron a ser más estrategas.
Pedro 'Perico' Delgado (centro), Steven Rooks (izq) y Fabio Parra subieron al podio en 1988.
Vinieron las victorias de Herrera, el tercer lugar de Parra, aquella escapada de Oliverio Rincón, la potencia de Botero, Álvaro Mejía, Hernán Buenahora, ‘Cacaíto’ Rodríguez, Mauricio Soler, Nairo Quintana, y muchos otros que han puesto a vibrar al país cuando se ponen de pie y se fugan del lote abriéndose paso en las montañas.
Vea aquí el video de Patrocinio Jiménez subiendo en el Tour de Francia, en 1983.
En 1983, Patrocinio mantuvo la camiseta de mejor escalador durante 18 etapas. A la derecha, en el equipo Café de Colombia.
Correr en tiempos de Patrocinio era otra cosa. “Las pantalonetas que usábamos en los setenta eran muy cortas. Cuando llovía se desjetaban y le llegaban a uno a las rodillas. Y pesaban”, recuerda Patrocinio. Con las camisetas ocurría lo mismo. Los aguaceros las alargaban dos tallas y duraban mucho tiempo secándose. Oliverio Cárdenas, hoy asistente técnico deportivo de Coldeportes Claro, también sufrió los uniformes de esa época. “Las zapatillas eran de cuero y de suela. Cuando se mojaban era como pedalear con chancletas…Muchas veces los letreros de las camisetas, que eran bordados, quedaban impresos en la piel”.
Patrocinio recuerda la primera vez que se puso un uniforme de Lycra. Fue en 1981, cuando corría en el equipo Freskola. Una fábrica suiza de ropa de ciclismo les ofreció los uniformes a cambio de lucir su marca. El cambio fue grande.
Las bicicletas también han cambiado. Cárdenas, quien ganó cinco veces las metas volantes de la Vuelta a Colombia, dice que hoy pesan en promedio 6800 gramos, mientras que las de antes pesaban 9000 o 10000. Las ruedas también son distintas. Las de hace treinta años tenían 32 0 36 radios; las de hoy, 12.
Patrocinio ganó la Vuelta a Colombia Banco Cafetero en una bicicleta de aluminio Duarte, una marca colombiana que existe en el occidente de Bogotá. José Duarte, el mismo que armó la bicicleta de Patrocinio, aún se dedica a su oficio. “Pero ya estoy cansado. No quiero hacer más bicicletas. Además, la competencia con las bicicletas chinas es muy complicada”, dice el señor Duarte, quien pronto se someterá a una complicada operación.
Para Cárdenas, la globalización ha sido decisiva en el cambio del ciclismo nacional. “Nosotros los entrenadores tenemos acceso a todo lo que se publica gracias a Internet, a cualquier adelante. Estamos al tanto de todo y los resultados se están viendo”.
El equipo de 1983 tenía grandes corredores, quienes pagaron varias novatadas. El primer día de Tour estaban tan nerviosos que se acercaron a orinar juntos a unos arbustos, como solían hacerlo en los campos de Colombia. Los obligaron a pagar 70 francos franceses a cada uno. Patrocinio también sufrió, pues alcanzó a ser séptimo de la general pero en una etapa se le rompió la bicicleta y tuvo que esperar más de cinco minutos para que lo auxiliaran.
El cuarto de izquierda a derecha es Patrocinio. A la derecha, subiendo el Tourmalet con David Millar.
El médico del equipo era Carlos Osorio, hoy médico del Once Caldas. En una entrevista a El Espectador, Osorio afirmó: “En una etapa que terminaba en Burdeos, nos tocó subir a los ciclistas colgados de nuestros hombros a las habitaciones, porque no estaban acostumbrados a correr más de 300 kilómetros en un día. Y veía uno enteros a corredores de otros países porque ya contaban con tecnología para ayudarse y conseguir resultados”.
Patrocinio dice que en el primer Tour no tenían neveras en los vehículos. Mientras subían las cuestas les pasaban el agua de panela caliente. Cárdenas, por su parte, cuenta que varios hoteles cocinaban ellos mismos caldos de papa. En los años setenta, al finalizar las etapas, llenaban un galón de agua y la revolvían con sal. Ese era el reconstituyente.
“Mientras los europeos consumían una cantidad de suplementos, los colombianos comían bocadillos, herpos, manzanas, peras, etc.”, dice Cárdenas, quien considera que eso hizo la diferencia durante muchos años. “Yo le di a probar un pedazo de panela a ‘Perico’ Delgado, quien no entendía que era esa cosa que comíamos los colombianos”, cuenta Patrocinio.
Han pasado treinta años desde que el primer equipo de Colombia corrió el Tour de Francia. Aunque ‘Cochise’ Rodríguez fue el primero en participar, en 1975, la verdadera llegada de Colombia ocurrió en los ochenta. Los colombianos aprendieron a ser más estrategas.
Pedro 'Perico' Delgado (centro), Steven Rooks (izq) y Fabio Parra subieron al podio en 1988.
Vinieron las victorias de Herrera, el tercer lugar de Parra, aquella escapada de Oliverio Rincón, la potencia de Botero, Álvaro Mejía, Hernán Buenahora, ‘Cacaíto’ Rodríguez, Mauricio Soler, Nairo Quintana, y muchos otros que han puesto a vibrar al país cuando se ponen de pie y se fugan del lote abriéndose paso en las montañas.
Vea aquí el video de Patrocinio Jiménez subiendo en el Tour de Francia, en 1983.
