A más de dos semanas del atentado que puso en vilo a todo un país, la salud del senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay comienza a mostrar signos alentadores, aunque su condición sigue siendo delicada. Desde el ataque ocurrido el pasado 7 de junio, Uribe ha permanecido en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) de la Fundación Santa Fe de Bogotá, donde ha sido sometido a varias intervenciones quirúrgicas clave para estabilizar su estado.
En las últimas horas, se conocieron detalles sobre los procedimientos más recientes, que incluyen una traqueostomía y una gastrostomía, cirugías fundamentales dentro del proceso de desescalada médica que busca sacarlo del estado crítico en el que se encontraba.
¿Qué dicen los médicos?
El más reciente parte médico, emitido el 24 de junio de 2025 a las 7:25 a.m., confirmó que Miguel Uribe ha entrado en una fase subaguda, lo cual indica que su cuerpo ha respondido positivamente a los tratamientos y cirugías. El documento, firmado por el doctor Adolfo Llinás Volpe, director médico de la institución, señala que el paciente sigue bajo atención médica y quirúrgica intensiva, con monitoreo constante de sus funciones vitales.
Uno de los aspectos más esperanzadores es que, según informó el periodista Gustavo Gómez en Caracol Radio, los órganos principales del senador presentan un funcionamiento adecuado: corazón, hígado, riñones y pulmones se encuentran en óptimas condiciones, y lo más importante, el cerebro continúa enviando órdenes al cuerpo, una señal vital que llena de optimismo a los galenos.
Sin embargo, el panorama sigue siendo complejo. El pronóstico neurológico es reservado, ya que la bala que impactó su cabeza aún permanece alojada en su interior. Debido a la inflamación cerebral, los médicos no han podido realizar una tomografía completa, lo que dificulta tomar una decisión definitiva: intentar extraer la bala o despertarlo del coma inducido.
¿Cuál es el próximo paso?
De acuerdo con las fuentes médicas, la prioridad en este momento es reducir la inflamación cerebral para poder evaluar, mediante exámenes más precisos, cuál de las dos opciones representa el menor riesgo para su vida. Ambas decisiones —despertarlo o operar para extraer la bala— implican altísimos niveles de complejidad y podrían definir el rumbo de la recuperación de Uribe Turbay.
El neurocirujano Fernando Hakim, quien ha liderado el equipo médico, no ha dado declaraciones oficiales, pero ha compartido mensajes alentadores en redes sociales. Según fuentes cercanas, su participación ha sido clave para mantener con vida al senador en medio de un escenario clínico tan delicado.
La familia se mantiene firme
La familia de Miguel Uribe, encabezada por su esposa María Claudia Tarazona, ha estado acompañándolo permanentemente. Fue ella quien confirmó públicamente que la última cirugía había sido un éxito y agradeció el apoyo nacional e internacional que han recibido.
En redes sociales, tanto ciudadanos como figuras políticas de diferentes sectores han enviado mensajes de solidaridad. El país sigue con atención cada comunicado oficial, consciente de que la salud del senador no solo es un asunto médico, sino también de interés nacional dada su aspiración presidencial.
A pesar de la gravedad del atentado, Miguel Uribe Turbay se mantiene con vida y presenta avances clínicos importantes, aunque todavía enfrenta un camino incierto y lleno de retos. El parte médico más reciente da luces de esperanza, pero deja claro que aún no hay una resolución definitiva sobre su condición neurológica.
La decisión sobre si se le extrae la bala o se intenta despertarlo será crucial. Hasta entonces, el país entero permanece atento al próximo boletín oficial que podría marcar un antes y un después en la evolución del precandidato presidencial.
