A octubre de 2025, el Gobierno nacional había ejecutado casi tres cuartas partes del presupuesto, según el más reciente informe del Ministerio de Hacienda.
Del total de $525,9 billones aprobados para el año —equivalentes al 29 % del PIB— ya se habían comprometido $394 billones (74,9 %). De esa cifra, $353,1 billones corresponden a bienes y servicios recibidos (67,2 % de obligaciones) y $348,8 billones ya se habían pagado (66,3 %).
El gasto avanza, la inversión se queda atrás
El avance en la ejecución se explica sobre todo por el gasto de funcionamiento, mientras que los recursos de inversión aún muestran rezagos.
El gasto operativo del Estado —que incluye transferencias a entidades territoriales, pensiones, salud y educación superior— suma $157,6 billones, frente a $30,5 billones en inversión.
Aunque los compromisos entre funcionamiento e inversión están más parejos que en años anteriores, la diferencia sigue siendo notable: el 76,1 % del funcionamiento está comprometido ($329,3 billones), y la inversión llega al 75,3 % ($83,9 billones), unos $10 billones menos que en 2024.
En obligaciones —es decir, contratos firmados o actos administrativos—, funcionamiento alcanza el 71 % ($234,1 billones), un punto por encima del promedio histórico (70,8 %), mientras que la inversión se mantiene en 46,6 % ($39,1 billones).
Sectores que más y menos ejecutaron
Hasta octubre, la ejecución promedio sin deuda fue del 66,1 %, superior a la media histórica (65,6 %).
Los sectores con mejor desempeño fueron Salud (80,3 %), Educación (78,8 %) y la JEP (72,5 %). En contraste, Transporte (29 %), Presidencia (32,5 %) y Registraduría (35,5 %) reportaron los niveles más bajos.
El Ministerio de Hacienda explicó que estas diferencias responden a “inflexibilidades presupuestales”, ya que el 74 % del gasto de funcionamiento ($243,7 billones) corresponde a transferencias obligatorias como el Sistema General de Participaciones, pensiones y aseguramiento en salud.
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Servicio de deuda y rezagos heredados
El pago de la deuda pública representa otro componente clave: $79,9 billones ya fueron destinados a este rubro, lo que equivale al 67,2 % del total apropiado ($112,6 billones).
Del rezago presupuestal heredado de 2024, calculado en $62,5 billones (3,4 % del PIB), ya se han obligado $54,7 billones (87,5 %) y pagado $51,1 billones (81,8 %).
De esos recursos, $30,5 billones se dirigieron a inversión, $16,8 billones a funcionamiento y $7,4 billones al servicio de la deuda.
El balance
En síntesis, el 74,9 % del presupuesto está comprometido y el 66,3 % pagado.
El avance en funcionamiento refleja la estabilidad de las transferencias, pero la inversión —que marca el ritmo de los proyectos de desarrollo— sigue rezagada.
El reto del Gobierno en los dos últimos meses del año será acelerar la ejecución de inversión para cerrar 2025 sin repetir los rezagos de 2024.
