Un grupo de intelectuales y académicos colombianos y estadounidenses pidieron al mandatario y a la vicepresidenta del país norteamericano, Joe Biden y Kamala Harris respectivamente, que no respalden la reanudación de la fumigación aérea con el herbicida glifosato como método de erradicación de los cultivos de coca en la nación sudamericana.
"Haciendo eco del informe de diciembre de 2020 de la Comisión de Política de Drogas del Hemisferio Occidental, en el que participaron varios miembros de su equipo (de Biden), lo instamos a reconsiderar su apoyo a la fumigación aérea", señala la carta, difundida el viernes por la prensa local.
La misiva agrega que según esa comisión bipartidista, "el Plan Colombia respaldado por Estados Unidos fue un fracaso antinarcóticos, en gran parte debido al su excesivo énfasis en la fumigación".
El Gobierno de Colombia anunció que retomará pronto la aspersión aérea de cultivos ilícitos, la cual mantiene suspendida desde octubre de 2015 a raíz de un fallo de la Corte Constitucional, que señaló que el glifosato afecta la salud de las comunidades vecinas.
Sin embargo, para reanudar la aspersión, indicó el tribunal, se deberá presentar "evidencia objetiva y concluyente que demuestre ausencia de daño para la salud y el medio ambiente".
Aunque esa condición "tampoco equivale a establecer que la ausencia de daño es absoluta o que la actividad no plantea ningún riesgo en absoluto", precisó.
En ese sentido, el Ejecutivo sostiene que ya ha presentado toda la evidencia científica y técnica disponible frente a la "minimización de los riesgos para la salud y el medio ambiente", como lo ordena el fallo del tribunal, y que socializa con las comunidades el uso del herbicida.
EE. UU., a través del Plan Colombia, y ahora, por medio del denominado Paz Colombia, otorga millonarias partidas anuales al Gobierno del país sudamericano para la lucha contra el narcotráfico, a fin de reducir las plantaciones de coca (insumo básico para la fabricación de cocaína), que alcanzó cifras récord entre 2018 y 2019, con cerca de 200.000 hectáreas.
Esas hectáreas son objeto en la actualidad de erradicación manual y sustitución voluntaria de cultivos ilícitos, pero el Ejecutivo colombiano sostiene que requiere retomar la fumigación aérea para acelerar el proceso y cumplir con los objetivos que se ha trazado.
La meta es reducir en 50 por ciento las áreas de cultivos ilícitos y la producción de cocaína al año 2023, es decir, que las hectáreas de coca no superen las 105.000 y la producción de cocaína esté por debajo de las 450 toneladas métricas.
Al respecto, la carta de los académicos a Biden sostiene que "al respaldar la fumigación, su administración respalda implícitamente el legado dañino del expresidente (Donald) Trump (2017-2021) en Colombia" y la "campaña equivocada" del presidente colombiano, Iván Duque, en esa materia.
"Fue su predecesor (Trump) quien, poco después de asumir el cargo, intensificó las demandas a nuestro país para que reanudara las fumigaciones con glifosato, que se ha demostrado que presenta importantes riesgos para la salud y el medio ambiente para las poblaciones afectadas", agrega la misiva.
Por último, los académicos señalaron que la alternativa al uso del glifosato es trabajar junto con las comunidades que siembran coca para construir economías legales y sostenibles.
Por: Sputnik