La fiesta en Tiráspol tras la histórica victoria del Sheriff en el Santiago Bernabéu (1-2) no la pudo aguar ni siquiera el coronavirus. Pero el equipo moldavo no es flor de un día como lo fueron otros modestos conjuntos que sorprendieron al Real Madrid en la Liga de Campeones como el Rosenborg noruego.
“Por ahora no pensamos en la clasificación para los octavos de final, ya que por ahora no hemos hecho nada extraordinario”, dijo Yuri Vernidub, el técnico del Sheriff, al término del encuentro.
El Sheriff quiere parecerse más a equipos que en algún momento recibieron una importante inyección financiera, lo que les permitió dar un salto de calidad y hacerse sentir en Europa, como el Zenit que ganó la UEFA en 2008 o el Deportivo que llegó a semifinales de la “Champions” en 2004.
- Lea también: El regalo que se llevaron Danilo Arboleda y Frank Castañeda en Madrid
- Le puede interesar: La molestia de Carlos Antonio Vélez por el triunfo del Sheriff
A eso hay que sumar unas modernas instalaciones de entrenamiento que, según algunas fuentes, sólo son superadas por las de la cantera del Ajax de Ámsterdam.
Sí, es un recién llegado, pero ya suma seis puntos en dos partidos antes dos clásicos de la competición como Shakhtar y, especialmente, el Real Madrid. Cuatro goles a favor y uno en contra. Antes había eliminado en la fase previa al Dinamo Zagreb y el Estrella Roja.
Empecemos por el entrenador, un ucraniano que llevó al Zorya hasta los puestos punteros de su liga e hizo ruido en Europa, tras lo que fichó por el club patrocinado por la corporación Sheriff, ya que por motivos políticos no quiere entrenar en la liga rusa.
El plantel del equipo está lleno de jugadores que explotaron tarde como el héroe del partido de ayer, el portero griego Giorgos Athanasiadis, que militó en el AEK, pero increíblemente nunca ha sido internacional con su país.
Lo mismo se puede decir del mediapunta colombiano Frank Castañeda, que proviene del desconocido fútbol eslovaco. Su compatriota, el central Danilo Arboleda, nunca había salido de su país hasta que recaló la temporada pasada en Transnistria.
Otro desconocido es el zurdo brasileño Cristiano, que lleva tres asistencias de gol en dos partidos de la máxima competición continental y que llegó a Transnistria en 2017 tras dar tumbos durante muchos años en el fútbol brasileño.
El autor del primer gol del partido, el uzbeko Jasurbek Yakhshibóev, jugó sólo en Bielorrusia y Polonia. Y el centrocampista griego, Dimitris Kolovos, en su país natal y en modestos clubes belgas, holandeses y chipriotas.
También hay "rebotados" que no pudieron asentarse en la élite y buscan una segunda oportunidad como el maliense Adama Traoré, que no logró triunfar en el histórico Metz francés.
El impresionante central peruano Gustavo Dulanto probó suerte en el Boavista, pero no pudo destacar. El Sheriff es su última oportunidad para recalar en las grandes ligas española o italiana, su sueño desde niño, según comentó a Efe.
Otros son descubrimientos en los lugares más insospechados. Es el caso de Thill, que marcó anoche un golazo por la escuadra. El luxemburgués únicamente jugó en un modesto club ruso, Tambov, antes de asentarse como titular del Sheriff.
El ghanés Addo, de 21 años, una especie de Kanté, pero mucho más joven, llegó al Sheriff procedente también del fútbol eslovaco.
Sí, el Sheriff paga mucho más que otros clubes moldavos, pero casi todos los jugadores son cedidos o comprados como agentes libres. Negocio redondo.
Fuentes del club informaron a Efe que en Tiráspol se celebró la victoria como nunca, pero el entrenador fue el encargado de bajar la pelota al suelo. No hay euforia en el club de la república autoproclamada de Transnistria que ha ganado 19 ligas de 21 desde su fundación.
“Estamos en el buen camino. Simplemente, avanzamos paso a paso. Por delante tenemos cuatro importantísimos partidos. Cuando lleguen los partidos decisivos, entonces hablaremos de la próxima fase”, dijo con los pies en el suelo.
Los próximos partidos, incluida la visita del Real Madrid a Tiráspol en noviembre, dirán si el Sheriff va de farol y tiene la pólvora mojada, o es un contrincante serio para los grandes pistoleros de la Liga de Campeones.