
Andrés Felipe Martínez, reconocido actor colombiano con una carrera de más de cuatro décadas en televisión, sorprendió recientemente al contar cómo cambió los sets de grabación por un volante en Estados Unidos. A sus 63 años, el intérprete de recordados personajes como Malcolm Ríos en Pasión de Gavilanes y Emilio en Padres e Hijos, decidió dejar atrás la fama y migrar en busca de mejores oportunidades para su familia.
Su decisión se dio tras enfrentar una difícil situación económica y un divorcio que, según él mismo ha contado, lo dejaron prácticamente en la ruina. Con tres hijos a su cargo, Martínez optó por buscar un nuevo comienzo fuera de Colombia. “Tuve que pensar en ellos antes que en mí”, afirmó en una reciente entrevista, en la que detalló los sacrificios que ha hecho en este proceso de reinvención personal y profesional.
Lea también: El detallazo de Yina Calderón con Epa Colombia en la cárcel
Lejos de los reflectores, comenzó realizando trabajos físicos, como cargar cajas y limpiar casas. Más adelante, logró emplearse como conductor de plataformas de transporte y repartidor de comida. Hoy, su rutina gira en torno a largas jornadas de trabajo en ciudades como Atlanta, donde vive actualmente.
“Recibir un cheque cada 15 días no tiene precio… Gracias a eso puedo enviar dinero y darles de comer a mis hijos, y eso vale más que cualquier fama”, aseguró. Aunque muchos lo reconocen y se sorprenden al verlo en labores tan distintas a las que desempeñaba en televisión, Martínez no siente vergüenza. Al contrario, destaca que se siente orgulloso de trabajar con honestidad.
Además: "Supérenla" WestCol sale en defensa de Aida Victoria
Pese a haber dejado la actuación en pausa, el arte sigue siendo parte de su vida. Participa en obras de teatro comunitario, escribe guiones y se involucra en proyectos artísticos vinculados a su iglesia. “No he renunciado a actuar. Simplemente, ahora el escenario es otro”, dijo con convicción.
Su historia se ha vuelto viral en redes sociales, donde muchos usuarios han expresado admiración por su valentía, humildad y capacidad de adaptarse a los cambios.