
En una entrevista cargada de sinceridad y humor, Andrea Petro, hija del presidente Gustavo Petro, abrió una ventana poco conocida a la vida familiar del mandatario, revelando anécdotas personales que muestran al jefe de Estado más allá de los discursos oficiales y el protocolo presidencial.
Durante su conversación con la emisora La Kalle, Andrea compartió detalles inéditos sobre la relación con su padre y confesó que, en más de una ocasión, le ha tocado corregirlo —incluso en público— por su particular forma de expresarse durante eventos oficiales.
Uno de esos momentos ocurrió recientemente en un acto de la Policía Nacional, donde Andrea se encontraba justo detrás del presidente. Mientras él hablaba sobre temas relacionados con discursos de mujeres en Estados Unidos, Andrea, nerviosa, solo pudo cubrirse el rostro con la mano, pensando: “No hagas eso, porque te van a hacer un meme”. Al finalizar el evento, Gustavo Petro se mostró satisfecho y le dijo a su hija: “Estuvo bueno el discurso”. La respuesta de Andrea, mezcla de resignación y cariño, fue un simple: “Ay, papá”.
Andrea no dudó en señalar una de las características más marcadas de su padre: su franqueza.
“Él no tiene filtro, dice las cosas como son”, explicó, aunque admitió que esa autenticidad a veces le juega en contra. “Yo le digo: no puedes pretender que la gente te entienda de esa manera. Él es muy inteligente, pero usa un vocabulario que casi nadie comprende”.
Con tono entre divertido y crítico, relató que más de una vez le ha pedido al presidente que “hable como la gente normal” y evite expresarse con tecnicismos y conceptos complejos. Según ella, el reto es lograr que sus mensajes lleguen de manera clara y cercana a los ciudadanos, sin que se pierdan en elaboradas referencias teóricas.
Una relación familiar poco convencional
Andrea también reveló que su dinámica con el mandatario dista de la imagen idealizada de una familia presidencial constantemente unida.
“Nosotros no somos de esos que nos llamamos a diario, no, nada. Cuando hablamos es porque es necesario, porque pasó algo”, contó con naturalidad.
Sin embargo, confesó que, en medio de esa distancia, hay gestos que la conmueven, como cuando su padre le envía un mensaje inesperado con un “te amo”. “Yo de una pienso: ¿todo está bien?, ¿pasó algo?”, bromeó.
Autenticidad a prueba de memes
Andrea reconoció que la autenticidad de su padre es una de sus mayores virtudes, pero también una fuente constante de críticas.
“Él no finge, no trata de aparentar, siempre es él mismo. Pero justamente por eso lo critican y hasta terminan haciéndole memes”, reflexionó.
A pesar de los desacuerdos o los “regaños” que le hace, aseguró que todo viene desde el cariño y el deseo de que su mensaje llegue con claridad a la gente.
“Yo lo conozco, sé cómo es, y trato de ayudarle a que la gente entienda mejor lo que quiere decir. Al final, es mi papá y lo quiero, aunque a veces me saque canas con sus discursos”.