Después de varias semanas de encierro, tensión constante y convivencia las 24 horas del día bajo la mirada de las cámaras, el actor Flaco Solórzano se convirtió en el nuevo eliminado de La Casa de los Famosos Colombia. Tras su salida, en entrevista para Kienyke.com, compartió sus impresiones más sinceras sobre esta experiencia, que llegó a comparar con una verdadera travesía literaria.
“Cuando uno entra ahí, es como si entras en un submarino y el submarino cierra la escotilla y comienzas a navegar 20.000 leguas de viaje submarino, como el cuento de Julio Verne”, expresó el actor, asegurando que el aislamiento total del exterior fue uno de los mayores retos que vivió. “Nunca más vuelves a tener contacto con el exterior. Ese es el gran reto de este juego”, agregó.
Solórzano reconoció que, desde el primer momento, supo que no sería fácil. “Desde que comencé me quería ir. Para mí esto no fue chévere. No fueron vacaciones. Desde la primera semana decía: '¿En qué me metí, Dios mío?'”, confesó, aunque dejó claro que tenía una meta firme: “Nunca iba a ponerme frente a la cámara a decir ‘quiero que me saquen’. Eso sí lo tenía claro, podía estar vuelto nada, pero nunca iba a pedir que me sacaran”.
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La convivencia también fue un gran desafío, especialmente por la diferencia generacional con muchos de sus compañeros. “Soy mayor que todos los que estaban ahí. Éramos 13 en una habitación, y pues, ¿quién ronca? Uno. A veces me despertaba a las 3 de la mañana y pensaba: ‘Mari**, que nadie ronca’, y la única que roncaba era yo”, dijo entre risas. Además, recordó lo difícil que fue adaptarse a gustos tan distintos: “Me tenía que levantar todos los días con reguetón… yo decía que le bajaran el volumen, y cuando ponían salsa todos decían ‘uy, el cuchito bailando salsita’”.
Sobre la parte emocional, describió una etapa crítica: “De la cuarta a la octava semana fue el momento más duro. Uno no tiene aliento, no sabe nada, solo hay problemas, angustias, nominaciones, competencias, decisiones… estás encerrado y esa es tu única realidad”. Agregó que ese tramo del juego fue el que lo enfrentó consigo mismo: “Eso es como en las relaciones, que dicen que en el quinto año comienzan a verse las verdaderas caras. Aquí es igual”.
¿Cómo fue su relación con Melissa Gate?
A pesar de las dificultades, el Flaco se sintió agradecido por haber conectado con algunos participantes, especialmente con Melissa Gate, con quien creó una de las alianzas más comentadas. “Me considero muy afortunado de haber jugado con ella. Nadie más jugó con ella. Era un juego de dramaturgia, yo te maltrato y tú no dices nada. Es un juego jodido porque te tienes que comer tu ego”, explicó.
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Aunque quedó fuera de la competencia, Solórzano dejó claro quiénes son sus favoritos para llegar a la final: “Mis cuatro favoritos desde casi la mitad del juego son Camilo, Peluche, Emiro y Melissa. En algún momento Camilo desfalleció, pero yo le dije: ‘Usted no sale, le tocó la difícil, ganarse esta vaina’”.
Con su salida, el Flaco Solórzano cierra un capítulo más de su vida. Una experiencia que, como él mismo lo describe, no fue fácil, pero lo enfrentó con su esencia, sus límites y su capacidad para jugar en un mundo donde todo es observado, y nada pasa desapercibido.
