
El productor y empresario Julio Correal, una de las figuras más representativas del entretenimiento en Colombia, volvió a encender la polémica tras lanzar fuertes críticas al estadio Nemesio Camacho El Campín y pronunciarse sobre la reciente cancelación del concierto de Kendrick Lamar, programado para el pasado 27 de septiembre en el Vive Claro.
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A través de su canal de YouTube, donde comparte anécdotas y opiniones sobre el mundo del espectáculo, el también actor no se guardó nada al referirse al principal escenario deportivo de la capital. “El estadio El Campín es una porquería, es un asco; ¿cuándo van a tumbar ese estadio? Eso es una porquería, los baños son unos orinales inmundos, los accesos son inmundos, todo es asqueroso en ese estadio. Solo sirve para jugar fútbol y para que vayan a darse en la jeta”, sentenció con su estilo directo y sin filtros.
El también exrepresentante de bandas y organizador de conciertos históricos como el de Guns N’ Roses en 1992, en ese mismo estadio, aprovechó el momento para reavivar la discusión sobre la infraestructura cultural en Bogotá, una ciudad que, según él, necesita con urgencia un escenario moderno y funcional para eventos masivos.
Pero las críticas de Correal no se quedaron ahí. En su intervención también lanzó pullas a los vecinos del sector del Salitre, quienes han presentado reiteradas quejas por los conciertos realizados en la zona, como el del grupo Green Day. “A veces esas quejas son medio pendejas, tengo que decírselo con mucha pena, mis queridos muchachos. Ustedes al lado tienen el Simón Bolívar, y allá hacen conciertos de todos los géneros: popular, hip hop, rock, joropo, salsa; lo que ustedes quieran, se hace de todo en ese parque”, afirmó.
El empresario defendió la realización de espectáculos en espacios públicos como parte esencial de la vida cultural de la ciudad, y recordó que el Parque Simón Bolívar ha sido sede de importantes festivales como Estéreo Picnic y Cordillera, cuyos eventos se extienden hasta altas horas de la madrugada sin mayores inconvenientes.
En cuanto a la cancelación del concierto de Kendrick Lamar, Correal lamentó la incertidumbre que rodea el caso. “El hecho es que ya se hizo uno y el concierto de Kendrick ya estaba anunciado. (...) Aún no se sabe a ciencia cierta qué pasó”, comentó, dejando en el aire interrogantes sobre la logística y organización del evento, que fue suspendido sin explicaciones claras.
Con esta nueva intervención, Julio Correal vuelve a poner sobre la mesa un debate recurrente: ¿está Bogotá preparada para acoger grandes espectáculos? ¿Debe El Campín ser reemplazado por un recinto moderno? ¿Es justo frenar eventos culturales por presiones vecinales?