
La serie británica Adolescencia, creada por Jack Thorne y Stephen Graham, se ha convertido en un éxito de crítica y audiencia a solo unos días de su estreno en Netflix. Con un enfoque sombrío y provocador, la trama sigue a Jamie, un niño de 13 años acusado de asesinato, mientras aborda temas candentes como la misoginia, la violencia juvenil y la crisis de la masculinidad moderna. Estas cuestiones han provocado una profunda reflexión entre los espectadores, que no dejan de cuestionarse si la historia está basada en hechos reales.
Esta nueva serie destaca por ser una producción única en su formato. Con cuatro episodios, la serie ofrece una narrativa que se filma en una sola toma continua, similar a la película Boiling Point (2021) de Graham. Este estilo de filmación crea una experiencia de tensión en tiempo real, lo que hace que el espectador se sienta parte de la acción.
La serie se centra en la familia Miller después de que su hijo Jamie es arrestado por el asesinato de su amiga de la escuela, Katie. A lo largo de los episodios, se exploran las devastadoras repercusiones del crimen, afectando a la escuela, a las niñas involucradas, a la familia Miller y al propio Jamie. Adolescencia no es solo un drama policial, sino un estudio psicológico sobre la juventud actual y los peligros del machismo sin control.
¿Es cierto que Adolescencia está basada en hechos reales?
Aunque los personajes de la serie —Jamie, Katie, Eddie y otros— son ficticios, la inspiración de la historia proviene de una tragedia real que conmovió al guionista Jack Thorne. Adolescencia no está basada en un crimen específico, pero Thorne se inspiró en el caso de Mary Bell, una niña británica de 11 años que asesinó a dos niños en 1968. Esta historia real fue documentada en el libro Gritos inauditos: por qué matan los niños, de Gitta Sereny.
Sin embargo, la serie aborda una problemática mucho más amplia: la violencia estructural contra mujeres y niñas. Aunque el crimen de Adolescencia no sea real, la violencia de género que explora la serie es, lamentablemente, una realidad diaria para muchas mujeres, ya sea en el trabajo, la escuela o incluso dentro del hogar. El personaje de Jamie simboliza a muchos jóvenes atrapados en una cultura machista que perpetúa el ciclo de violencia, mientras que Katie, la víctima, podría ser cualquiera.
La serie también profundiza en la psicología de los personajes, especialmente a través de la figura de la psicóloga de Jamie, interpretada por Erin Doherty. Doherty describe su trabajo en la serie como intenso, al enfrentarse a un joven que, a pesar de ser un asesino en potencia, también es víctima de su entorno y de una crisis emocional interna. “Es muy intenso estar cara a cara, sobre todo con un chico joven, verle pasar por esas emociones y animarle de verdad”, comentó Doherty sobre su experiencia en el rodaje.