Dentro de las mancias que existen en el mundo como parte del constructo cultural y social de la humanidad, encontramos la adivinación a través de la bola de cristal, una alusión al agua, elemento sagrado que revela la esencia de cada persona sin máscaras, de ahí que sea considerado como un objeto misterioso, mágico y fascinante. Este cristal redondo simboliza el infinito, pues el círculo abarca la totalidad al no tener principio ni fin, así lo creían los griegos quienes decían que esta forma esférica se asociaba con el alma, la perfección y la felicidad.
Su origen se remonta a los tiempos del antiguo Egipto en una ciudad llamada Antinoópolis donde los magos (sacerdotes) la utilizaban como un instrumento que reflejaba el pensamiento lúcido, dándole forma a la intuición. Debido a su asertividad, esta práctica traspasó fronteras y varios filósofos, alquimistas y astrólogos, la tenían como un pieza infalible para consultar acerca del destino. Pitágoras, por ejemplo, usaba una bola de cristal, la cual colocaba en su ventana durante la luna nueva para purificarla y ver reflejado los acontecimientos del futuro. También Carlo Magno cargaba una esfera de cristal para conocer lo que ocultaban sus enemigos antes de cualquier ataque, de igual manera civilizaciones como los Incas, Mayas, Apaches y aborígenes australianos hicieron uso de este conocimiento.
Cristalomancia la técnica ancestral para viajar en el tiempo
Dom, 13/08/2017 - 14:01
Dentro de las mancias que existen en el mundo como parte del constructo cultural y social de la humanidad, encontramos la adivinación a través de la bola de cristal, una alusión al agua, elemento s