El reloj para el congresista Simón Gaviria es fundamental a la hora de presidir las sesiones plenarias de la Cámara de Representantes. Con su Rolex, el preferido, controla el tiempo de las intervenciones de sus colegas. Es un reloj que además de su calidad tiene un valor adicional incalculable: era el reloj del humorista Jaime Garzón.
Cuando el asesinado humorista trabajó en la Casa de Nariño, durante la presidencia de César Gaviria, se volvió muy cercano al mandatario y a muchos de sus funcionarios quienes siguieron encontrándose con él en El Patio, el restaurante preferido de Garzón en el barrio La Macarena, donde vivía. Garzón tenía la costumbre, o el agüero, de intercambiar relojes con muchos de ellos y en una ocasión lo hizo con el propio Gaviria. A él le entregó su Rolex plateado mientras que el presidente le pasó su Cartier. El tiempo pasó y jamás se devolvieron los relojes.
Garzón murió asesinado el 13 de agosto de 1999, mientras Gaviria ejercía como Secretario General de la OEA en Washington. Cuando Simón se graduó de bachiller, su padre le obsequió ese reloj. Hoy, a los 31 años, lo sigue usando.
El ex presidente César Gaviria le regaló a Simón, su hijo, el Rolex que alguna vez le perteneció a Jaime Garzón.
Jaime Garzón hizo algo parecido con Andrés Pastrana durante su campaña presidencial de 1998. Un día el humorista lo entrevistó encarnando a su memorable personaje Heriberto de la Calle. En esa ocasión, Heriberto de la Calle le entregó al mandatario, durante una entrevista para el noticiero CMI, otro Rolex, solo que esta vez el intercambio no resultó porque Pastrana le entregó un reloj publicitario de su campaña.