Las luces se apagan. Pop, rock, reggueton, salsa, vallenato, electrónica y cualquier cantidad de géneros musicales invaden el ambiente.
Mientras los asistentes buscan un lugar en las 14 salas, para Fernando Koral inicia un verdadero frenesí. 50.000 pesos es el pasaporte de entrada al 'Disneyland gay' como es conocido popularmente Theatron, esto gracias a la variedad que se puede encontrar en el lugar.
Espontáneo. Sonriente. Directo. Conversador. Su apariencia es la de un hombre que busca un lugar en el mundo, pero en realidad ese lugar lo encontró hace 16 años en un viejo teatro en el que logró combinar sus dos grandes pasiones: el arte y la rumba.
Pocos pueden decir con orgullo que trabajan en lo que les gusta, Fernando es uno de ellos. Más de tres lustros siendo el hombre detrás de los espectáculos de 'Theatron', uno de los lugares más importantes de rumba en Bogotá, es su principal carta de presentación.
Este espacio, ubicado en la calle 58 entre la carrera 13 y la 9, en todo el corazón de la capital, cuenta con gran cantidad de historias envolventes.
En principio era el teatro Metro Riviera, donde en los 70' se proyectaron varias de las películas más importantes de ese entonces, pero poco tiempo después tuvo que cerrar sus puertas debido a la gran cantidad de competidores que surgieron a su alrededor, o al menos así lo recuerda Fernando, que conoce mejor que nadie la historia de este sitio.
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"Theatron nació hace 16 años, exactamente en mayo del 2002 cuando sus dos principales socios (Luis Bernardo Cuartas y Edison Ramírez) decidieron adquirir un lugar poco convencional en el que se pudiera vivir una experiencia de rumba bastante interesante. Esto lo hicieron cuando uno de ellos, en sus múltiples viajes, vio que un grupo de empresarios adaptó una iglesia como un lugar de entretenimiento para adultos", cuenta Koral en diálogo con KienyKe.com.
[caption id="attachment_897289" align="alignnone" width="1024"] Foto: Brahian Lara[/caption]
Para que un lugar como este sobreviva 16 años, se requiere que cada uno de los actores y socios involucrados tenga claro su rol. Mientras que Edison es una persona que constantemente sorprende con nuevas ideas (la decoración de Theatron en su mayoría fue diseñada por él), Luis Bernardo asume la parte contable, administrativa y legal, una de sus grandes pasiones.
Ellos, como hombres de negocios, necesitaban alguien de su entera confianza que coordinara detalles, fue allí cuando apareció Koral, que anteriormente trabajaba en uno de los bares de Edison y en ese entonces apenas era un joven que tenía muchos sueños por cumplir, gran cantidad de expectativas, pero no sabía por dónde empezar.
"Quería ser médico. Pero también siempre me encantó el arte y el teatro. Desde temprana edad sentí pasión por este tipo de temas y al final terminé estudiando comunicación social (risas) porque es una buena forma de canalizar todas esas emociones y pasiones".Lo que comenzó como un proyecto, pronto se convirtió en una realidad. El sueño del teatro convertido en discoteca era latente, allí dimensionaron la gran cantidad de responsabilidades que se venían encima. Contrario a lo que muchos piensan, estos son lugares que funcionan las 24 horas del día, los siete días de la semana. Si bien los momentos de rumba son los más 'caóticos', entre semana se deben planear los espectáculos, coordinar con el resto del personal. Sus días comienzan desde tempranas horas de la mañana, cuando en el corre corre cotidiano no alcanza desayunar para llegar a 'Theatron', donde una fila de personas lo espera agolpada a la espera del inicio del proceso de ensayos. Los lunes son destinados para hacer un balance sobre cómo funcionó el lugar durante el fin de semana, preguntas cómo ¿en qué se falló?, ¿cómo se puede mejorar?, ¿qué se puede hacer para la próxima presentación? surgen constantemente. Sabe que cada semana lo que está en juego es el nombre y la reputación del lugar. [single-related post_id="875572"] Ya en el escenario siempre busca divertirse. Mientras recorre una a una las zonas que componen 'Theatron' recuerda cómo fueron sus primeras presentaciones en el colegio, donde siempre quería destacar en campos como el teatro, el arte y la danza. El apoyo que le brindó su madre sin duda fue fundamental, ese ser que cada que lo recuerda hace que se entrecorte su voz. "Mi mamá era enfermera y ella quería que yo diera el siguiente paso. Yo cuando chiquito jugaba al doctor con mis jugueticos, pero ya cuando vi sangre y toda la instrumentación supe que no era lo mío. Apenas terminé de estudiar le dije a mi mamá que no quería ser médico sino actor, así que me vine para Bogotá con el apoyo de ella", comenta con orgullo Koral. El imaginario que hay sobre la actuación fue lo que lo llevó a buscar una carrera complementaria, pues siempre que estaba en una entrevista o conversación entre amigos le preguntaban qué más hacía aparte de estudiar actuación. Fue esto mismo lo que lo motivó. Empezó estudiando locución (actualmente es la voz principal del lugar), posteriormente vio que podía continuar estudiando comunicación social y lo hizo. Hoy en día puede decir que es actor, productor, locutor, comunicador social y organizador de eventos.