
Muy pocos jóvenes en el mundo se atreven a dejar de lado los miedos y hacer realidad sus sueños y más sí para lograrlos hay que sortear una serie de obstáculos en el camino, esto no fue impedimento para que Alejandro Puerta, un joven paisa, quien a pesar de su corta edad y la falta de presupuesto en el sector de investigación, construyera un brazo robótico, el primero en ser ensamblado en su totalidad por una universidad colombiana.
Alejandro Puerta es ingeniero mecatrónico de la Escuela de Ingenieros de Antioquia, gran parte de su vida la ha vivido en el oriente del departamento de Antioquia y comentó que gracias a su padre fue que se dedicó a lo que es hoy en día. Indicó que fue él quien le despertó la curiosidad de siempre estar creando nuevas cosas que sean útiles para la academia y porque no, también para la sociedad.
En diálogo con KienyKe.com, señaló que el brazo robótico nació hace más de tres años como respuesta a una necesidad latente en el país de contar con una tecnología propia y que no necesitara de ninguna clase de licencias y software que solo se desarrolla en el extranjero y de esta manera poder entrar a la industria colombiana.
"Hoy en día nuestras universidades tienen una gran falencia en este tipo de iniciativas, ya que no se cuenta ni con la tecnología, ni con los equipos para este tipo de ideas, lo más cercano a nosotros son los robots brasileros. La idea de nosotros con este proyecto era acercar más a la industria todo ese conocimiento que se adquieren en nuestras universidades y de esta manera retribuirlo en una industria que sea competitiva con otras", señaló Puerta.
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Puerta comentó que el proceso de desarrollo comenzó con la parte del software, en donde se simularon en computador los primeros prototipos del robot, se le dieron los primeros movimientos y se fue perfilando y perfeccionando el diseño final del brazo. Luego se dio el gran paso de pasar de lo virtual o lo real y así fue, lograron darle vida al robot industrial, que entre otras cosas permitiría ejecutar labores complejas para los humanos en un menor tiempo, lo que de una u otra forma ayudaría a optimizar recursos y tiempo.
La particularidad de este brazo robótico es que todos sus componentes fueron completamente desarrollados en el país, hecho que destaca Alejandro Puerta, como un importante avance en el sector educativo del país, ya que permite a los futuros profesionales adquirir nuevos conocimientos en la robótica.
Pero fue esa perseverancia a siempre seguir por el camino que le indicaba su razón, la que le permitió obtener un importante reconocimiento con este brazo robótico, por parte de la Sociedad Antioqueña de Ingeniería, al ser considerado tal vez como el proyecto más innovador del año 2018.
Eso lo motivó a seguir trabajando en este proyecto y seguir mejorando cada día, hasta poder llevarlo a esos escenarios internacionales y demostrar que la innovación, la ciencia y la tecnología en las universidades colombianas están a la par de las mejores universidades en el mundo.