Para Miguel, Guido y Manuel Nule los días en la cárcel se les están haciendo muy largos y monótonos. Quienes los han visto dicen que han tenido muchos momentos de depresión y desespero al ver que sus procesos no avanzan como creían.
Extrañan la adrenalina de sus días de empresarios cuando, incluso, con tres celulares cada uno, manejaban el mundo a sus anchas. Hacían negocios, amarraban contratos, viajaban en aviones privados a todas partes del mundo que adobaban con parrandas en sus casas de Barranquilla, Bogotá y Miami.
Sin embargo, han encontrado una manera de matar el tiempo. Junto con los detenidos por el caso de Agro Ingreso Seguro, arreglan un jardín improvisado cerca de las casas fiscales donde se encuentran en la cárcel La Picota. También tratan de concentrarse con sus expedientes y discuten el paso a seguir en su colaboración con la justicia.
Anhelan el principio de oportunidad con el que podrían obtener considerables rebajas en sus penas por parte de la Fiscalía. Pero vuelven y se aburren. Ya no los acompañan sus esposas, que continúan con sus familias en el exterior, ni los amigos de parranda. Algunos de los más cercanos, que viven en Bogotá los visitan los sábados. Sus abogados no los desamparan.
Esta nueva situación los ha llevado a tomar una decisión: escribirán un libro. Allí quedarán consignadas todas estas experiencias contadas por ellos mismos. Piensan reconstruir en uno de los tomos su veloz vida empresarial donde incluirán sus desafueros en el campo profesional.
Los Nule contarán cosas que no dijeron ni dirán en la Fiscalía ni en la Corte y hablarán de otros negocios de los que todavía no se tiene noticia.
El nuevo plan de los Nule
Jue, 19/05/2011 - 00:04
Para Miguel, Guido y Manuel Nule los días en la cárcel se les están haciendo muy largos y monótonos. Quienes los han visto dicen que han tenido muchos momentos de depresión y desespero al ver que