Virginie Despentes, de 44 años, es una escritora, novelista y cineasta francesa. Esta artista, que hacia sus 35 años descubrió que podía enamorarse de una mujer, se ha destacado por su estilo crudo, atrevido y descarado, y sin embargo asegura que no es una provocadora. Se refiere a una traumática experiencia de violación con total naturalidad y así mismo con respecto a la época de su vida en que ejerció la prostitución. Despentes visitará Cartagena durante el Hay Festival, en el que conversará sobre sus novelas y sus películas.
—¿Para quién escribe?
—Escribo para gente que quiere leer libros que cualquiera puede entender, libros muy fáciles para entender. Eso es muy importante para mí. Me gustan otros tipos de literatura, pero lo que hago yo es muy simple de entender por cualquier joven que no tiene educación, cualquiera.
—¿Es necesario tener una personalidad atrevida y descarada para escribir de forma explícita, sin rodeos y cruda?
—Es necesario tener ganas de hacerlo, querer escribir sobre estos temas. No hay mucha relación entre estos temas y las personalidades de Bukowski, Jean Genet o Simone de Beauvoir. Las personalidades de los autores son diferentes.
—La línea entre lo que es obsceno y lo que es real es muy delgada, ¿qué le dice a sus críticos cuando la tachan de vulgar y obscena?
—No respondo nada. Trabajo con lo obsceno, o he trabajado con lo obsceno. Es parte de mi material de trabajo, lo reconozco, y no me molesta. Lo problemático es la censura de lo obsceno o lo explícito como en mi película. La gente tiene la libertad de no interesarse en lo que hago, pero a mí me interesan los artistas que trabajan con la obscenidad. El trabajo de literatura o de arte no tiene que ser siempre moral y correcto.
—¿Es usted una provocadora?
—No, creo que no. Hago cosas que provocan y lo asumo totalmente, pero no es mi objetivo primero. No me molesta pero no me atrae especialmente. Muchas cosas que parecen provocadoras para lectores, para otros no parecen provocadoras para nada. Vengo de la cultura punk rock y tenemos códigos de una cultura underground, pero la gente para la que trabajo tiene más o menos esta cultura y manejan estos códigos.
—¿Considera que es más difícil para una mujer triunfar en el negocio que es la literatura?
—Sí, me parece más difícil para una mujer y mucho más difícil para autoras mujeres quedar en la historia de la literatura. Pero realmente la literatura junto a la música es la única accesible, el cine es más difícil, la pintura es más difícil, el arte contemporáneo es aún más difícil. La literatura es difícil pero quedamos mejor que en otros asuntos.
—¿Por qué cree que existen muchos más autores que autoras?
—Por las mismas razones, porque se ayudan mejor entre hombres y se tienen menos esfuerzos cuando se trata de un hombre para ser tomado enserio. Se toman más en serio los unos y los otros.
—¿Cree que Miley Cyrus sea la nueva revolución femenina?
—No, —responde riéndose. —Pero es una buena cantadora de pop, como Christina Aguilera, Madonna y Lady Gaga, la cultura pop que ha sido muy cercana a la cultura de la prostituta desde hace 15 o 20 años. La cultura pop se aproxima mucho al mundo del porno y las prostitutas. Es un asunto que ha empezado hace mucho tiempo. Miley es más criticada por el internet y varias razones, pero este trabajo hace unos años que ha empezado.
—¿Qué análisis hace usted de las mujeres musulmanas que llegan a vivir al mundo occidental e insisten en seguir cubriéndose?
—Me parece lógico. En Europa las historias de lo que ha pasado en los últimos 50 años me parece lógico que quieran afirmar y reafirmar que no se sienten blancas. Las musulmanas siguen siendo extranjeras y por eso entiendo que quieran asumir esta diferencia y asumirla con la religión. Me parece fantástico que las chicas musulmanas se interesen tanto en la religión. Entiendo muy bien el racismo estatal tan fuerte cuando prohíben que se cubran para estudiar o trabajar, me parece de una violencia extrema y estrictamente racista.
—¿Qué diferencia hay entre la forma en que usted vive su vida y como lo hace un hombre?
Ganaría el doble de lo que gano si fuera un hombre. Es más evidente cuando hago películas. En las películas las mujeres ganan mucho menos que los hombres haciendo el mismo trabajo. La otra cosa que podría hacer si fuera un hombre sería hacer redes de poder mucho más potentes. Los hombres se conocen, se hablan y se ayudan de una manera muy distinta de la manera en que se comportan las mujeres. Una diferencia brutal, si fuera hombre tendría más dinero y más poder.
—¿Se necesita una mujer brava para ser feminista?
—Eeeehh… En mi opinión es mejor que sea brava. A veces hay que ser brava para no dejarse. Sí, hay que ser brava, muy brava.
—¿Por qué cree que a las mujeres les cuesta tanto trabajo admitir que se masturban?
—Educación religiosa, ha sido un tabú y el placer femenino sigue siendo algo muy nuevo en el discurso público. Es algo que por la primera vez en la historia hablamos. Hace 30 años era imposible pensarlo y menos públicamente. Necesitamos tiempo para aprender a tratar estos temas que estaban cerrados antes.
—Usted habla de su violación de forma muy natural, y me pregunto, ¿cuánto tiempo duró en asimilar esa experiencia para comenzar a verla como algo tan natural?
—Cuando pasó no me concentré en eso. Escribí el libro 20 años después y antes del libro escribí historias de violación en mis libros y mi primera película. Fue un trabajo progresivo de creación y de encuentros políticos con feministas. Al final creo que he acabado con esta historia. Ya no siento ningún tipo de ganas de seguir poniendo violaciones en mis historias y mis películas. Hablo de sexo pero la violación ya no hace parte de mi vida. Creo que King Kong Teoría fue la última etapa de este proceso.
—¿Qué opina sobre la teoría que afirma que las personas se vuelven homosexuales, producto de una experiencia traumática?
—No pasa de este modo. Conozco a muchísimos homosexuales, hombres o chicas, que no han tenido nada de traumático. Conozco mucha gente que han tenido experiencias muy traumáticas y que no se convirtieron en homosexuales. En cualquier país o cualquier época.
—¿Cree que sea cierto que todos tenemos algo de bisexuales?
—Toda la gente no, pero hay mucha más gente de la que pensamos. Lo que creo yo es que hay muchas maneras de vivir la sexualidad, pero no todos son bisexuales.
—Si usted tuviera una hija, ¿tendría algún problema si esta quisiera prostituirse?
—Supongo que tengo bastante dinero para que no lo haga. Pero si no tengo dinero y tengo una hija que me dice que prefiere trabajar dos días en el mes en prostitución, que trabajar todo el mes en un supermercado, lo entiendo. Hay que ganarse el dinero cuando no hay dinero. La prostitución da mucho dinero y es mucho más difícil que mi trabajo ahora.
@Virginia_Mayer
La escritora Virginie Despentes habla de su violación como algo normal
Jue, 23/01/2014 - 07:36
Virginie Despentes, de 44 años, es una escritora, novelista y cineasta francesa. Esta artista, que hacia sus 35 años descubrió que podía enamorarse de una mujer, se ha destacado por su estilo crud