
“Son 145 ‘calvitos’ que me llenan el corazón”, así les llama Patricia Avendaño a los niños que desde hace tres años apadrina desde la Fundación Segundos de Vida.
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En el 2010, la hija de Patricia Avendaño iba a hacer la primera comunión, en consenso con la familia, decidieron que en agradecimiento a la vida, a Dios y a la Virgen pasarían dicha festividad acompañando a los niños del Instituto Nacional de Cancerología.
"Allí conocimos a muchas personas, ellos nos sacaron de la burbuja en la que estábamos, donde entendimos que el cáncer es mínimo a lo que pasa alrededor, la muerte de sus compañeros de lucha, la disolución familiar, la psicología, etc".
En esa primera visita, Patricia conoció a Yury, una niña con la enfermedad que le abrió su corazón y entablaron una fuerte amistad. Uno de los sueños de Yury era tener una fundación para los niños con cáncer.
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En el 2012 Yury murió, pero le hizo prometer a Patricia que consolidaría la fundación. Así nació la Fundación Segundos de Vida el 8 de abril del 2013.
En el 2014 y por cuestiones de la vida, a Patricia le diagnosticaron un liposarcoma de alto grado, un cáncer que empezó con una "bolita de grasa" en el dedo gordo del pie derecho, pero que se volvió maligna.
Finalmente le amputaron el 40% del pie. El tumor que medía cinco centímetros disminuyó a dos y Patricia se salvó de la amputación de la totalidad su pie.
Patricia no cree en las casualidades, sabe muy bien que todo lo que le ha pasado tiene un propósito y es ayudar a los niños con cáncer.
Aunque la fundación no tienen sede, todo el dinero que logra conseguir es destinado para un complemento alimenticio que se le da a los niños y para ayudar a las familias de los pacientes.
“Si el hermanito no tiene estudio, le levantamos beca en un colegio para que estudie, si no tiene qué comer, les hacemos un mercado grande para que alcance. Si la mamá no ha comido en varios días que lleva en el hospital, porque allí solo alimentan al niño, entonces vendemos las tapas de las botellas y con eso les ayudamos para tener bonos de almuerzo cerca a las clínicas”.
Son 145 niños que se benefician de la fundación, con canasta familiar, asesoría jurídica, sueños hechos realidad y eventos dentro y fuera de las clínicas.


“Esto no es tocando puertas, sino tocando corazones”
Desde hace un año, la fundación realizó una serie de alianzas estratégicas con personas de buen corazón para poder traer a Colombia un complemento alimenticio a base de mangostinos, traído desde Tailandia, que ayuda a los pacientes a subir las defensas. “El complemento solo es costoso para las familias, pero este les ayuda a sobreponerse de las quimioterapias y radioterapias”, afirma Patricia Avendaño. El testimonio más importante del uso del complemento lo dio un niño que ya estaba desahuciado. Empezaron a hacer el reto de los 21 días, que consiste en que cada día el paciente tomaba una botella, al cabo de 21 días, le volvieron a hacer exámenes al niño y tenía unos niveles normales. Al comprobar los buenos resultados del medicamento crearon la Asociación El Arka, en la que con ayuda de eventos, aportes de la empresa privada y personas naturales, han logrado reunir el dinero suficiente para comprar varias cajas del complemento alimenticio que cuesta $270.000 y tan solo tiene tres botellas.
Cumpliendo sueños
Patricia Avendaño y Mary Umaña Martínez son una especie de “hada madrina”. A ella los niños se acercan para contarle los pequeños sueños que tienen, como celebrar los 15 años de algunas de las niñas, conocer a sus cantantes favoritos, dar un paseo en la ciudad en una limusina, etc. La Fundación Segundos de Vida no les da regalos a los niños durante la época de diciembre, pues sus directivos aseguran que “es muy cruel cuando entregas un juguete, pero el niño tiene hambre”. “Más que regalos en navidad, los niños que padecen enfermedades que los obligan a estar en los hospitales necesitan acompañamiento”, comenta Patricia. Así es que para esta época diseñan unos bonos para poder entregarle cenas navideñas a las familias de los niños. Todos los años esta fundación hace un evento que logra reunir a las 150 familias de los niños para compartir una cena y de paso, premiar a los héroes que cayeron este año y quienes siguen luchando. Si usted quiere ayudar o hacer parte del voluntariado, puede llamar al 313 5282546 o unirse en Facebook a Fundación Segundos de Vida.