Puede que no haya dos personas más diferentes que un mexicano y un yugoslavo. Partamos, primero que todo, de que Yugoslavia ya no existe. Fue uno de los países más enigmáticos de la Guerra fría. Sin embargo, a pesar de su distancia, de sus diferencias culturales, de su hermetismo, desde los años 60 mantuvo, por la música, un lazo con un país muy opuesto: México.
Se trata del Yu-mex. El estilo es el producto de la adopción de la cultura, la estética y algunas maneras de los cantantes de música popular mexicana. Imagines una ranchera, de Vicente Fernández, por ejemplo, o de Paquita la del barrio, pero en yugoslavo.
[single-related post_id="740592"]
El Yu-mex tuvo bastante acogida, especialmente entre los jóvenes. En los años 60 no era extraño verlos haciendo fila en las tiendas musicales para comprar discos de Slavko Perovic, uno de los músicos, que hoy tiene 83 años, y que llegó a vender más de un millón de discos en un país al que no llegó el capitalismo pero sí las rancheras.
“Se me llena el corazón de orgullo de haber cantado esa música. Para mí es uno de los repertorios más bonitos que existen (…). El español es fenomenal para cantar… ¡Qué bien suena!", le dijo a la BBC.
Enseña con orgullo una foto en la que se ve con su perfil eslavo. Al fondo lo acompaña una banda de músicos muy parecidos a él, pero con la propia vestimenta de un charro. Y se ve muy bien. Podría pasar por un mariachi allá, en Yugoslavia, en México, o en cualquier otro lugar del mundo.
[single-related post_id="729667"]
“Cada país tiene sus cosas. Pero México… Cuando escucho estas melodías, se me ponen los pelos de punta. Todo eso sale de aquí… del corazón apasionado. Los mexicanos son muy parecidos a los serbios. Cuando ríen, ríen de verdad, y cuando lloran, lloran de verdad".
A él se le debe que los jóvenes de esa sombría y dura Yugoslavia de mediados de siglo hayan tenido la posibilidad de acercarse a perspectivas culturales diferentes a las que les permitía el duro régimen socialista.
https://www.youtube.com/watch?v=EZRcFDxrV8M
“El Trío Jovanovic, Dukic, Tomljanovic, el Ansambel Magnifico, el Trío Paloma o el Trío Tividi fueron algunos de los artífices del movimiento Yu-Mex”, explicó BBC.
La cultura mexicana no sólo permeó la música. El cine fue el canal por el que llegó la música al país. Si bien, luego de la Segunda Guerra Mundial Yugoslavia se había alineado con la Unión Soviética, luego de la muerte de Stalin se alejaron de la URSS. Sin embargo permaneció el socialismo. A la población no le estaba permitido ver películas de Hollywood, por supuesto, por caras y porque representaban la ideológia de su ‘enemigo’. Pero las películas mexicanas, especialmente de la época de oro, en los años 50, estaban más al alcance.
[single-related post_id="735393"]
"La leyenda, aunque de esto no hay constancia escrita, cuenta que un general yugoslavo que había estudiado en París y había visto cine mexicano antes de la II Guerra Mundial, sugirió que la solución podía pasar por importar cine mexicano", dijo ‘Paloma Negra’, una de las cantantes del género.
Los mariachis yugoslavos no sólo cantaban canciones en español. También se arriesgaron a hacer versiones en su idioma, e incluso a componer temas propios, de acuerdo a su cultura, con el ritmo y métrica propios de una ranchera.
"Gran parte de la población estaba de duelo por alguien. Y estas canciones tristes y emocionales conectaron bien con el público. Cuando era pequeño recuerdo haber visto 'Un día de vida' en un cine lleno de mujeres mayores llorando desde el principio hasta el final", comentó el escritor Miha Mazzini
"Hay también una conexión que podríamos llamar antropológica en la cuestión del sufrimiento cristiano que los mexicanos representan mucho en su cultura y también la gente de los Balcanes. Es una visión del sufrimiento como algo positivo. Cuando más sufres, mejor persona eres", concluyó.
https://www.youtube.com/watch?v=FYqHanjGSfc
Las rancheras yugoslavas que se niegan a desaparecer
Dom, 03/09/2017 - 03:34
Puede que no haya dos personas más diferentes que un mexicano y un yugoslavo. Partamos, primero que todo, de que Yugoslavia ya no existe. Fue uno de los países más enigmáticos de la Guerra fría.