Muy cierto que esta familia es longeva y Candela, como el nombre de la famosa emisora de William Vinasco Ché. Doña Tulia está preparando la celebración de sus 101 años, muy lúcida, muy alegre, con buena salud.
Parmenio, el hijo mayor (al que en algún aeropuerto confundieron con su esposo), tiene 80 años y dirige “una hora son la Sonora”. William anda por los 66 y en sus transmisiones –cuando triunfa la selección- pide que no lo esperen en la casa. Son seis hermanos, cuatro hombres y dos mujeres. Doña Tulia se goza hoy también a sus 13 nietos y 14 bisnietos.
No suele uno entrevistar a la mamá en su emisora, pero William lo hizo en medio de la algarabía de sus jóvenes compañeros de “la familia candela” que seguramente desconocían que hace 100 años no había luz y se iluminaban con velas y lámparas. “Tulita” (que no habla como una anciana, ni gaguea en ningún momento) no solo respondió todas las preguntas sino que envió un abrazo “rompe-huesos” a todos los oyentes.
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No se negaron el saludo familiar de siempre, incluida la solicitud de “la bendición-mamá”, que ella otorgó enseguida con los mejores deseos.
Es una familia de origen vallecaucano (primero en Toro, después en Restrepo), que un día se vino a educar al mayorcito –a Parmenio- “sin haber perdido esa platica”.
El secreto para vivir tantos años, ¡el amor! Si no hay amor no hay nada, dice ella, vivir con alegría y enfrentando todas las situaciones que se presenten. Ya es suficiente gozo disfrutar la vida.
Doña Tulia no entiende el porqué la gente anda renegando, maldiciendo, costumbre muy notoria de estos tiempos, cuando la vida invita a vivir con amor, sobre todo entregando amor.Y comer bien, es otra de las claves para llegar y sobrepasar los 100 años. Dice doña Tulia que la comida de sus tiempos era muy sana, sin tanto químico para conservarla. Y “somos lo que comemos”, razón por la que es vital escoger bien los alimentos, ojalá naturales. De jugar con las muñecas y vestirlas surgió su vocación para confeccionar ropa y disfrutó por algunos años hacerlo. Tiene gratos recuerdos de Demetria Hernández, su compañera y amiga, con quien se disputaban los primeros puestos académicos. [single-related post_id="59955"] -Existencia ejemplar, le dice William. Excelente esposa, linda abuela, extraordinaria bisabuela, que el Señor te siga bendiciendo. Es el mayor capital (no una emisora, un carro) que hemos logrado tener.
Doña Tulia agradece, pero no se guarda decir en público –al aire, en Candela- que “tu profesión te permite decir palabras tan hermosas, me pones por las nubes, pero te salen del corazón…”.William recuerda que alguna vez le preguntó a su mamá sobre la fórmula para llegar a los 100 años. Y ella, sin pensarlo mucho, respondió: -¡Cuidarse mucho cuando cumpla los 99! William Vinasco grabó la entrevista cuando cumplió 100 años, que reproducimos enseguida. Y estamos invitados –toda la familia Candela- a celebrar los 101 años en noviembre próximo. Doña Tulia disfruta de buena salud, alegría permanente. Y buen humor.