Es un hombre carismático, de buen humor, afable, inteligente y con un acento mexicano muy marcado. Padre de dos hijos, una bebé que viene en camino y un adolescente. Sus pasiones: el buceo, la fotografía marina, la bicicleta de montaña, las carreras de autos, el motociclismo y viajar. Así es Marco Casarín, el director general de Microsoft Colombia.
Aunque quisiera pasar más tiempo debajo del agua, Marco Casarín le contó a KienyKe.com que ya conoció las playas de San Andrés: "Es un lugar bellísimo para bucear, he ido en tres ocasiones y ya tengo cita con algunos lugares en el pacífico".
Sin embargo, hay tiempo para todo, y según él, hacerse un espacio es parte de la disciplina en la vida. "En Microsoft valoramos mucho habilitar un espacio de trabajo abierto, un flexitime. Se trata de que las personas no tengan una vida laboral y una personal, sino que ambas convivan en una sola, una experiencia de vida satisfactoria".
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Antes de llegar a Colombia e incluso antes de Microsoft, Casarín trabajó como analista y diseñador de sistemas de localización por GPS y fundó dos pequeñas compañías de desarrollo de redes de datos. La tecnología y el mundo empresarial fueron su vocación, campo en el que tiene 15 años de experiencia.
Se graduó de la carrera de Ciencias de la Computación y Administración de Empresas de la Universidad Anáhuac del Norte, y cuenta también con estudios de administración, economía y dirección del IPADE y del Instituto Tecnológico de Monterrey.
Sin embargo, su pasión por el mar nunca queda atrás. En 2001, cofundó una organización sin fines de lucro llamada “Su Mar”, que apoya el crecimiento sustentable de la pesca y promueve programas de conservación y ecología a favor de las especies marinas en peligro de extinción que viven en el Golfo de California.
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Actualmente, 17 años después el proyecto sigue viento en popa: "La fundación va muy bien, la he dejado en manos de gente que realmente tiene un sentido genuino del desarrollo social en armonía con el ecosistema marino. Yo creo que es algo muy bonito porque me ha dejado mensajes muy buenos de que en verdad el desarrollo humano y el económico no deben ir en contra del sostenimiento del único planeta que conocemos, habitamos y compartimos todos".
Lo que ha aprendido de Colombia
Desde que llegó a Colombia, en 2015, ha aprendido varios aspectos de sus ciudadanos: "Veo en el colombiano una gran actitud para adecuarse e innovar conforme a nuevas tecnologías. Particularmente en la mediana y pequeña empresa colombiana el hecho de poder adquirir un servicio de tecnologías de punta para habilitar los negocios a través de la nube, ha sido el que tiene el mayor auge y crecimiento para Microsoft en América Latina y eso es un indicio de cómo el ingenio colombiano está aplicado siempre a innovar". También explicó que, en el país, existe un apetito enorme por crear nuevos productos y servicios que generen una propiedad intelectual que se pueda monetizar en un mercado emergente permanentemente. Y esa es su invitación permanente: "El empresarismo (el proceso de comenzar un nuevo negocio) es uno de los elementos más importantes para que en Colombia podamos tener un desarrollo económico sostenible, con empleos de alta calidad y con una mejora y armonía con el medio ambiente"."La propiedad intelectual es la que genera el mayor margen de riqueza en la economía digital y el conocimiento del mundo". Marco Casarín