@Lauquiceno
Desde un pupitre universitario en su despacho firma cientos de cartas, la silla de madera se la regalaron en su Alcaldía y la utiliza en todas sus reuniones. Son sus últimos días en el despacho antes de un viaje a Londres, invitado por la Embajada de Colombia, donde presentará ante miembros del gobierno británico, urbanistas, académicos y periodistas el tema del que más habla: la transformación de Antioquia y Medellín.
Antes de ser matemático, profesor de la Universidad de los Andes, alcalde de Medellín, Gobernador de Antioquia, candidato presidencial por Compromiso Ciudadano y candidato vicepresidencial por el Partido Verde, fue un niño tímido que soñaba con ser arquero del Deportivo Independiente Medellín (DIM) y que nunca se imaginó en el mundo del poder:
-A mí me gustaba jugar fútbol, yo soy hincha del Medellín y soñaba con mi equipo pero siempre fui muy buen estudiante. Leía mucho, me encantaban las matemáticas y disfrutaba mucho estudiando y leyendo. Siempre fui tímido, nunca fui una persona extrovertida. Me hubiera gustado ser el arquero del DIM o ciclista como Cochise.
Su llegada a la política fue en 1999, cuando con otro grupo de académicos conforman un movimiento cívico para aspirar a la Alcaldía de Medellín, “Compromiso Ciudadano”. Desde entonces la entrega de volantes en los buses y sus jeans se convirtieron en un referente de su movimiento en la ciudad y desde su quehacer académico nace una obsesión, hacer de Medellín, la más educada.
¿Cómo un matemático, un académico llega a hacer política?
A finales del año 1999 nos reunimos un grupo de personas (50 aproximadamente) y tomamos una decisión: “Vamos a participar en política”, yo lideré ese grupo, pero el salto fue: nosotros, este grupo de personas nos preocupa la sociedad, yo no era un científico solamente pensando en matemáticas y mirando para el cielo, yo era del Consejo Nacional de Colciencias en 1991, yo fui de la Comisión Nacional de Doctorados y Maestrías, para que mucha gente pudiera acceder a estudios de educación superior y tratando de hacer políticas públicas.
Luego escribí en El Mundo, después me pasé a El Espectador, luego llegué al Colombiano, a la Revista Dinero, pero todo terminaba en: “Hay que hacer algo”. Y después con este grupo de personas, llegamos a la conclusión, gústenos o no, en la política se toman las decisiones más importantes de una sociedad.
Yo viví en Bogotá durante 25 años, era profesor en la Universidad de los Andes, yo nunca pertenecí a ningún grupo político, yo nunca había estado en unas elecciones, pero teníamos una visión independiente, alternativa, entonces dijimos: Vamos a participar en política, ya no vamos a decir: Hay que hacer tal cosa, vamos a organizarnos, vamos a hacer un movimiento cívico independiente que se va a llamar Compromiso Ciudadano y vamos a ganar la Alcaldía de Medellín.
Yo creo que la primera encuesta que hicieron, esta es una anécdota, de nosotros se burlaban, nos decían: "Ustedes creen que caminando, que entregando volantes se van a ganar una campaña, y recuerdo una de las primeras encuestas, en la primera sede, una amigo llevó la televisión, nos sentamos a ver y empiezan a decir, por la Alcaldía de Medellín, tal señor, tanto por ciento, tal señor tanto por ciento, y Sergio Fajardo, 0 %. Recuerdo que todos me miraron y yo les dije: hoy vamos a repartir más volantes.
Desde el comienzo teníamos claro los principios, los problemas que vamos a resolver son tres: la desigualdad tan profunda que tenemos nosotros en esta sociedad, el segundo, la violencia y el tercero, la cultura de la legalidad, que tiene a la corrupción como capítulo estelar. Y nosotros, y esto a mí me enorgullece muchísimo, hemos caminado, hemos entregado volante por volante, sin guardaespaldas, hablando con la gente. Nos pusimos a Medellín en la piel, en el corazón.
A nosotros nadie nos conocía, pero estábamos construyendo la riqueza más grande que se puede construir en política: la confianza. Cuando nosotros no ganamos pero seguimos, sacamos 60.000 votos sin comprar un voto, sin comprar un líder, y al día de hoy no le hemos pagado a nadie por un voto.
Cuando ganamos en el 2003, la ciudad estaba votando por una persona que nunca había estado en un cargo público. Y cuando ganamos y demostramos que podíamos gobernar, construimos una ruta, una identidad básica que es “Medellín, la más educada” y ahora es “Antioquia la más educada” y seguimos avanzando en la misma dirección.
La riqueza de nosotros es la confianza, votos venden y líderes venden, con plata usted compra al que tiene precio. Confianza no le venden a nadie, esa es nuestra riqueza.
“Yo no crecí en el mundo del poder, yo soy profesor, yo crecí en otro mundo, el de las ciencias”
¿Cómo nace Antioquia la más educada? Antioquia la más educada es la extensión natural de Medellín - la más educada -, y es el concepto que hemos construido y que identifica a nuestro proyecto político, que pone la identidad alrededor de lo que hacemos como trabajo político y público. Antioquia la más educada, es la evolución de lo que venimos haciendo desde el día cero de nuestro gobierno, y desde el día cero simplificando al máximo, nuestra meta es: si nosotros nos movemos en el marco de la legalidad, y le apuntamos a la inteligencia y la capacidad de las personas, seremos capaces de transformar esta sociedad. Esa transformación pasa, obligatoriamente por la educación. La educación para nosotros en el siglo XXI es un concepto más amplio que va más allá del sistema educativo. La educación es ciencia, tecnología, innovación, emprendimiento y cultura, todas esas actividades que van alrededor de la inteligencia y las capacidades de las personas, siendo ahí donde se convierten en ciudadanos. Antioquia la más educada es un reto, Antioquia no es precisamente la más educada, como no lo era ni lo es Medellín en la actualidad, pero es un reto que nosotros afrontamos y que concentra a la ciudadanía en el eje sobre el cual trabajaremos por la transformación y le pone una marca Donde voy, me dicen: “Antioquia la más educada”. Ya está la marca y está el concepto y eso es lo más difícil, tener un símbolo, una identidad que lo asocie a un tipo de gobierno como el nuestro. Esta es mi silla (un pupitre de madera en su despacho), esta silla la tengo yo desde el año 2000. Yo soy un profesor, tengo tablero, tomo nota y como individuo represento a Antioquia la más educada. Es mi vida, es mi mundo, yo escogí ser un científico, un maestro, un académico. Una de las cosas más difícil en política es tener identidad, la más educada no somos, pero ese es el reto. ¿Qué no sabía de Antioquia y descubrió como gobernador? He descubierto el sentido de lo rural, Antioquia tiene 125 municipios, es el departamento que más municipios tiene con 6.300.000 de habitantes, es un departamento muy poblado. Antioquia es más grande que la mayoría de los países de Centroamérica, es más grande en área y la población es mayor, tiene el Río Magdalena, el Río Atrato, el departamento tiene parte de selva y tiene al Urabá antioqueño. Antioquia es un mundo extraordinario, diverso, es una mezcla muy grande, por ejemplo en Urabá viene gente del Choco, del Caribe. Lo que yo he descubierto, que pasa por la piel, es el significado del mundo rural, de lo no urbano y eso yo no lo tenía. Es un mundo impresionante. ¿Qué es lo más difícil de estar en la política? Los corruptos acechan. Es el tema de la corrupción, este es un mundo complejo, de intereses, que yo creo que son legítimos en mucho sentido, pero hay un mundo de la trampa, en todos los sectores hay alguien que está metido en el mundo de la trampa y son una empresa criminal. El ejemplo es lo de Bogotá, el contratista, el alcalde, el hermano del alcalde, concejales, personeros, contralor, todos, y una de las cosas que me parecían más interesante de todo esto es como al principio todos negaban, y ya todos están colaborando con la justicia, pero eso devela lo que es una empresa criminal, gente muy importante que aparece como personas de la sociedad. Es un mundo muy sucio y está por todos lados y en todos los niveles, eso para mí es lo más desagradable. Son enemigos, están ahí, saben que somos una amenaza para ese mundo, de cualquier manera nos van a tratar de sacar. Yo creo que en los partidos políticos tradicionales hay gente muy valiosa, pero la estructura es viciada alrededor del clientelismo, que es la politiquería, que es la puerta de entrada a la corrupción para mucha gente.“Una de las cosas más difíciles en política es tener identidad”
¿Qué aprendió de su paso como candidato presidencial? Es algo extraordinario y es haber podido conocer a Colombia, porque yo estuve en todos los departamentos, caminé por las ciudades capitales, en diferentes sectores, estudié un montón de cosas de Colombia. Una anécdota, por ejemplo, llegábamos a una parte y yo le decía lléveme al río, donde estaban los ríos, yo iba, porque me parecía emocionante ver el río Atrato, ver el río Mitú, para mí sigue siendo duro en muchos sentidos, porque la actividad política es muy exigente, pero ver la cantidad de gente que comparte los mismos sueños que uno, eso es satisfactorio. Conocí mucha gente muy diversa y recorrí el país. ¿Y qué le queda de su paso por el Partido Verde? En el Partido Verde nosotros entramos de una manera muy emocionante a ser parte de la “Ola verde”, con Mockus como candidato presidencial y yo como candidato vicepresidencial, con Peñalosa, con Lucho, yo estoy convencido de que nosotros bajo esa ola verde, teníamos el poder en las manos, yo creo que nosotros íbamos a ganar. En el fondo, nosotros representábamos el movimiento de indignados contra la corrupción, la politiquería, pero a diferencia de los movimientos de indignados en muchas partes del mundo donde se está protestando, nosotros ya habíamos gobernado, entonces decían: "Miren que si se puede responder". Había unas personas que yo creo que representábamos la indignación, pero la capacidad de ser en la política una opción de poder, entonces fue muy emocionante, extraordinario, yo estoy seguro que nos equivocamos en muchas cosas y no fuimos capaces de responder a todo eso que se creó. Yo tengo mi posición particular y una observación frente a la "Ola Verde", nosotros nunca después de terminar la campaña presidencial nos sentamos todos a discutir: ¿Bueno, qué fue lo que nos pasó aquí?, y eso se convirtió en una cantidad de problemas personales, rencores, rencillas, malestares, y una cosa muy emocionante hoy está en una situación crítica desde el punto de vista político. Yo me presenté por el Partido Verde, dije que era un disidente, yo creo que hay gente valiosa en el partido, ojala que sean capaces de sanar tantas heridas, lo que pasa es que una situación ya donde hay tantos rencores y malestares, ojala que sean capaces de recuperar el sentido de esa ola verde. Yo no estoy ahora como líder activo, y lo que decíamos que íbamos a hacer en Colombia, lo hacemos en Antioquia.“Nosotros nunca después de terminar la campaña presidencial nos sentamos todos a discutir”
¿Después de la Gobernación, se le mediría otra vez a ser candidato presidencial? Yo no sé, yo fui una vez candidato presidencial, además como yo vengo del mundo académico, lo que yo he aprendido en todo esto es extraordinario, pero yo no crecí en el mundo del poder, yo soy profesor, yo crecí en otro mundo, el de las ciencias, y en las ciencias no importa de qué color es, si es bonito, feo, pobre, rico, nada de esas cosas, a nadie le importa. Yo no llegué al mundo del poder diciendo: voy a hacer esto, para hacer esto, yo nunca pensé en ser alcalde, ni gobernador, ni presidente. Y fíjese que esto resulta a veces paradójico, yo soy libre, en el sentido de que yo no estoy aferrado al poder. La ventaja en la vida es hacer las cosas por una convicción muy grande, por ideales y por sueños, yo nunca me relaciono con alguien, para ver, ¿cómo me va a servir después? Hay momentos en que me pregunto ¿por qué tengo que pasar por estas cosas?, hay momentos en que me pregunto ¿si tiene sentido continuar en la vida política y en lo público? Pero no sé, sinceramente no sé, yo me puedo morir tranquilo ya, yo he realizado muchos sueños, yo no tengo por qué ser presidente de Colombia, mi obsesión es Antioquia, la más educada, esa si es mi obsesión. ¿Un sueño por cumplir? Dentro de Antioquia la más educada, entregar este departamento en el 2015 con los parques educativos a toda marcha, pero eso lo estamos cumpliendo y es el día a día. Pero sueño, sueño, siempre está la parte íntima, ver a mis hijos, a mi hijo y mi hija, ver hasta dónde van a llegar, qué van a hacer, pero después de todo vivir en paz, esto ha sido una vida muy intensa, llegará un momento de vivir en paz, pero todavía falta ¿Para qué sirve el poder? El poder sirve para transformar, pero el poder y yo que lo he visto, el poder puede ser la enfermedad más horrible de todas, como se transforman personas alrededor del mundo del poder es de lo más dramático que hay, es una enfermedad muy miedosa y yo los he visto, yo por fortuna no la tengo, repito, por mi camino en la vida. Pero el poder sirve para transformar, de eso no tengo la menor duda. ¿Cuál es la fórmula matemática para Colombia? La misma que para Antioquia, Legalidad + Educación= Transformación. L + E= T