Ovidio Granados, el ‘médico’ que cura los acordeones

Sáb, 03/05/2014 - 04:32
Juan Luis Arroyo tiene la intención de ser rey vallenato este año y no se puede dar el lujo que un pito de su acordeón suene mal. Como a una clínica, lleva su instrumento en mal estado para que se
Juan Luis Arroyo tiene la intención de ser rey vallenato este año y no se puede dar el lujo que un pito de su acordeón suene mal. Como a una clínica, lleva su instrumento en mal estado para que sea curado por un especialista: Ovidio Granados. El ‘médico’ sabe lo esencial que es para un aspirante a rey un acordeón que esté a la perfección, puesto que en sus años mozos la tocó como todo un rey. tapa afinador player Envuelto en el vallenato, Ovidio se dio cuenta de que su obsesión era la recuperación de la buena voz de los instrumentos. Con la práctica se convierte en el mejor afinador de acordeones, por lo que los acordeoneros más talentosos han pasado por su consultorio. Por allá pasó Juancho Rois, cuando no era conocido, cuando todavía no se cruzaba en el camino de Diomedes Díaz. afinador con acordeonero Era un muchacho con mucho talento pero sin plata. Quería participar en el festival de Barrancas (La Guajira), pero con su acordeón dañado era segura la derrota. Juancho fue a casa de Ovidio y le dijo “Maestro, afíneme este acordeón pero yo no tengo como pagarle ahora. Le puedo dejar este pedazo de acordeón como suyo y si gano, cuadramos”. Ovidio Granados accedió y Juancho Rois, con su acordeón totalmente curado, ganó en Barrancas. Aquella vez Ovidio ayudó a un ‘pollito’ que tenía el hambre de transformarse en leyenda como lo hizo, pero normalmente el ‘médico’ vive de los ingresos de afinar los acordeones. Si es un pito dañado, cobra 10.000 pesos nada más; si lo que está dañado es el tono, el monto puede ascender hasta 400.000 pesos. Es un trabajo como cualquier otro pero más por vocación que por hacer plata; esa la pudo haber cosechado si se hubiera animado a ser pareja de Diomedes cuando el ‘Cacique’ lo tentó para ello. “Llegaba a mi casa y me preguntaba que hacía. Vacilaba y luego se iba. ¿Qué iba a saber yo que quería que yo fuera su acordeonero?”, relata el maestro que luego se sacó la espinita y grabó la recordada canción "Diana" junto a Diomedes, así como dos temas más.

“Voy navegando por este mundo sin rumbo fijo,

A ver si encuentro el barco pirata donde se fue,

Si no lo encuentro, yo me convierto en un submarino,

Y hasta en el mismo fondo del mar yo la buscaré (…)

(…) Si acaso yo no regreso más por aquí,

Díganle a Diana si viene por qué me fui”.

afinador mano Con el paso de los años, Ovidio ha aprendido hacerle un diagnóstico a los acordeones de manera inmediata. Posee un oído privilegiado y una habilidad inaudita para descubrir cuál es el malestar que tiene el instrumento musical. Pero cuando el fuelle (la parte de la mitad del acordeón)  se daña o se rompe, el problema es casi insalvable. Ahí, como cirujano debe actuar al instante y con mucha precisión para salvarle la vida. Él más que nadie se cree capaz de ejecutar esa labor, se tiene confianza y sabe que si no es él, no es nadie. ¿Maestro Ovidio, usted cree que es el mejor afinador de acordeones en el vallenato? “Bueno, si la gente lo dice es por algo”. Con algo de arrogancia le dice a Juan Luis que con ese acordeón seguro que gana el Festival. Él hizo su labor y ahora el participante no tiene excusas para dar lo mejor de sí. Y mientras Granados vive su vejez afinando acordeones, sin teclear los pitos y los bajos desde hace rato, sigue acrecentando su leyenda que lo reconocerá como el ‘médico’ infalible que cura los acordeones.  
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