Abelardo de la Espriella está acostumbrado a armar peleas. Y por estos días adelanta un caso de talla internacional. Es el representante de la cantante Paulina Rubio, quien enfrenta una demanda en Tunja, Boyacá, por haber incumplido un concierto hace seis meses.
“La chica dorada” está conminada a cancelar un millón de dólares a sus demandantes, quienes instauraron la medida en Estados Unidos. La despampanante rubia contrató al abogado monteriano Abelardo de la Espriella porque considera que él podría evitar el penoso desembolso de esa suma. Él deberá ir este fin de semana a Los Ángeles, California, para trazar una estrategia de defensa. Personas cercanas al caso aseguran que el jurista se echará al bolsillo 500 millones de pesos por defender a la cantante mexicana.
La historia de este incumplimiento arrancó el 31 de agosto pasado. Más de 10.000 personas esperaban a Rubio en el marco del Festival Internacional de la Cultura. Paulina fue contratada por la empresa CMG Entertainment INC, para que se presentara en Bogotá, Medellín y Tunja, pero nunca llegó a la capital de Boyacá. Allí recibiría por su presentación 220 mil dólares. Dijo que incumplió por una situación de fuerza mayor. Sin embargo, en medio del disgusto de los empresarios había una opción, presentarse al día siguiente, pero fue imposible por la logística y el montaje.
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Días más tarde la cantante dijo en su cuenta de Twitter: “Disculpas a mis fans en Tunja por lo ocurrido. Es mi responsabilidad, pero a veces ocurren cosas que salen del alcance de mis manos! *love & respet* P". Nadie la perdonó. Nadie le creyó. El empresario que la trajo dijo que además de su incumplimiento había sido una estafa porque además ya le habían entregado más de 50.000 dólares de adelanto.
Ahora de la Espriella no sólo debe defenderla de la demanda. Interpondrá un nuevo proceso por injuria y calumnia contra los empresarios que, al parecer, dañaron la imagen de su cliente. Y como todo es dinero, De la Espriella asegura que el monto por el que la demandaron es demasiado alto.
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