
En medio de una jornada marcada por la bipolaridad del clima bogotano, que alimento con sol la mañana y con una semilluvia en la tarde, se desarrolló la primera jornada del paro nacional, convocada por la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), para este 28 de mayo.
Dentro de toda la polarización que vive el país, hubo algo que llamó la atención, la tranquilidad de la jornada (al menos la que se dirigía hacia la Plaza de Bolívar). Ya que, al tratarse de una manifestación política que mueve las emociones de la gente, el hecho de que no haya pasado nada que lamentar, es una victoria para los procesos ciudadanos del país.
"Nos parece una alternativa importante (la nueva consulta popular). No puede ser que dependemos de la voluntad política de una minoría" comenta Percy Oyola, presidente de la Confederacion General del Trabajo (CGT)
Siendo las 9 de la mañana, los manifestantes de la CUT, Fecode (el gremio de profesores) y la CGT - otra central obrera - se reunieron en el Parque Nacional para calentar la garganta para las arengas y frutos a favor de la consulta popular y la reforma laboral que impulsa el Gobierno Petro.
"El Senado empezó a introducir medidas regresivas a la reforma laboral, quedamos con un sabor agridulce, porque si bien introducen temas del recargo nocturno y dominicales como venía de Cámara (de Representantes) no dieron salida a otras alternativas", dice Fabio Arias, presidente de la CUT, cuando le preguntamos el motivo de la marcha pese a que ya hay una reforma laboral en trámite y aprobación en el Senado.






Hacia las 10 de la mañana, los manifestantes, que en medio de expresiones artísticas y batucadas hacían sentir su descontento, arrancaron para la Plaza de Bolívar con el fin de sentar su voz ante los senadores que negaron en días anteriores la consulta.
Luego, las personas que buscaban ser escuchados por parte de los congresistas, avanzaron en medio del imponente sol Bogotano sin aflojar en cánticos y arengas. Sin embargo, la cantidad de gente que llegó, no fue la esperada, o al menos, no la misma que hizo presencia en jornadas anteriores.
Sin embargo, a pesar de la "poca" cantidad, se hicieron sentir, gritos, cánticos, tambores y la aparición de varios ciudadanos que se unían en el camino, hacían más importante la jornada de paro nacional.
No obstante, tras el ímpetu inicial al llegar a la Plaza de Bolívar, la "calentura" bajo, no solo con respecto al sol, sino en la protesta. Esto debido a que, si bien se hicieron notar, la manifestación en la plaza no duró sino una hora, algo muy poco para las aspiraciones que tenían de hacerse notar por el Congreso.
Poco a poco la plaza fue quedando sola, con unos últimos manifestantes que seguían presionando la salida de los Senadores, para que "dieran la cara" frente al supuesto "fraude" que tumbó la consulta.
El único que salió, en un tono algo provocador, fue el Senador Alirio Barrera, quien fue el encargado junto con los demás senadores de la comisión séptima, de hundir la primera propuesta de reforma laboral en el Senado, en marzo de este año.
"Hubo congresistas que salieron a botar palabras con la intención de provocar al pueblo, venimos en forma pacífica, venimos sin capucha porque no vinimos a confrontar a nadie" dijo Christian Serna, uno de los manifestantes que se fue en contra de Alirio Barrera.
Su salida fue corta, pero llevó a los manifestantes a un nuevo nivel de intensidad, desde groserías hasta saltos y un intento de tumbar la barrera que separaba el edificio de la plaza.
No obstante, este fue el último atisbo de manifestación, ya que, luego de esto, los ánimos se fueron relajando, a medida que el sol iba volviendo a posar sobre las montañas bogotanas.
Para mañana jueves, 29 de mayo, se espera una nueva concentración en la Plaza de Bolívar para un cabildo abierto, convocado una vez más por la CUT. ¿Podrán estas manifestaciones darle vía libre a las reformas del Presidente Petro? Ya veremos.