
La política colombiana vuelve a sacudirse con un nuevo episodio que deja al descubierto los alcances del escándalo de corrupción en la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD). Esta vez, el protagonista es Carlos Ramón González, una de las figuras históricas del Partido Verde, quien presentó su renuncia a la colectividad, en medio del creciente escándalo que ha salpicado a importantes actores del actual gobierno.
La confirmación de su salida fue dada por el gobernador de Boyacá, Carlos Amaya, durante una entrevista en Caracol Radio, donde aseguró que González ya no hace parte del Partido Verde, en un intento por desmarcar la colectividad del caso que ha provocado un terremoto político.
¿Cómo se dio la renuncia de Carlos Ramón González?
Carlos Ramón González, quien además de ser exdirector del Partido Verde ocupó hasta 2024 la dirección de la Dirección Nacional de Inteligencia (DNI), aparece mencionado en declaraciones entregadas por los exdirectivos de la UNGRD, Olmedo López y Sneyder Pinilla. Según los testimonios, González habría estado involucrado en presuntas entregas de sobornos a congresistas para facilitar la aprobación de reformas impulsadas por el Gobierno Nacional.
Estos señalamientos motivaron investigaciones de la Fiscalía General de la Nación, que ahora examina posibles irregularidades en contratos y actos de corrupción ligados al exfuncionario. La presión pública y política llevó a que González presentara su renuncia tanto a su cargo en el gobierno como a su militancia en el Partido Verde.
Carlos Amaya, líder visible del Verde y una de las figuras con mayor proyección política dentro de la colectividad, reconoció que este tipo de casos sí tienen un impacto negativo sobre la imagen del partido. Sin embargo, fue enfático en que no se puede generalizar ni permitir que estos hechos definan la esencia de toda la organización política.
“Se necesitan líderes que estén al frente de los partidos con determinación, y que busquen tomar decisiones que permitan evitar en el futuro que esas cosas vuelvan a pasar”, afirmó Amaya, añadiendo que es necesario asumir la responsabilidad y pedir perdón al país por los errores cometidos desde adentro.
También resaltó el trabajo de nuevas generaciones dentro del partido, especialmente en Bogotá, donde, según él, jóvenes están haciendo política con convicción, sin intereses personales y con el deseo genuino de transformar el país.
El caso Sandra Ortiz: otro capítulo de la crisis
Además de la renuncia de González, otro nombre del Verde ha sido involucrado: Sandra Ortiz, exconsejera presidencial para las Regiones, hoy en prisión preventiva también por el escándalo de la UNGRD. Ortiz habría intentado vincular a Carlos Amaya como su aliado político, pero el gobernador de Boyacá fue enfático en desmentir cualquier cercanía.
“Los que están en política en Boyacá saben que Sandra me ha hecho oposición toda la vida, y una muy férrea. Ha sido de las más duras oposiciones que he tenido en el proceso político”, explicó Amaya. También pidió que sea la justicia la encargada de determinar responsabilidades.
Un momento decisivo para el Verde
La renuncia de Carlos Ramón González llega en un momento de redefinición interna para el Partido Verde. La colectividad enfrenta una prueba de fuego: mantener su credibilidad ante la opinión pública mientras depura sus filas y reconstruye su proyecto político de cara a las elecciones de 2026, donde Amaya ya descartó su candidatura presidencial.
Con escándalos que exponen fallas estructurales en el sistema político, el reto del Verde será demostrar que, más allá de las individualidades, hay un compromiso real por la transparencia, la ética pública y una nueva forma de hacer política.