En un país donde las Fuerzas Armadas y de Policía han sido históricamente escenarios masculinizados, Colombia comienza a transitar hacia una transformación profunda en materia de equidad y derechos humanos. La reciente presentación de la Cartilla de Prevención de la Violencia Sexual y de Género en la Fuerza Pública, por parte de la Procuraduría General de la Nación, marca un hito en la lucha por erradicar estas violencias dentro de las instituciones armadas del país.
El documento, presentado oficialmente en el Auditorio Antonio Nariño de Bogotá, no solo visibiliza un problema estructural, sino que también ofrece rutas de acción concretas y herramientas de control para enfrentarlo desde la prevención. Con un total de 298 quejas registradas entre 2021 y enero de 2025, la urgencia del tema es innegable.
Las cifras detrás del cambio
Según el Grupo de Gestión y Analítica de Datos de la Procuraduría, el 73% de las denuncias han sido realizadas por mujeres, lo que evidencia que la violencia sexual y de género dentro de la fuerza pública sigue siendo un fenómeno predominantemente dirigido hacia ellas. La Policía Nacional concentra el mayor número de reportes con 197 casos, seguida del Ejército Nacional con 81, la Armada con 16 y la Fuerza Aérea con 4.
La distribución de casos por institución también deja en evidencia que el Ejército Nacional lidera las denuncias de violencia sexual y de género con 65 quejas entre 2024 y 2025. Le siguen la Fuerza Aérea (14), la Armada Nacional (5) y el Comando General de las Fuerzas Militares (2).
Una política institucional que empieza a madurar
Durante el evento de lanzamiento, el viceprocurador general, Silvano Gómez Strauch, fue enfático en señalar la importancia de reforzar los mecanismos de control preventivo y promover una cultura institucional basada en el respeto, la equidad de género y la dignidad humana. “Se trata de señalar herramientas para fortalecer el control para prevenir la violencia sexual o de género”, puntualizó Gómez.
Además, el panel “Prevención de la violencia sexual y de género en la Fuerza Pública” reunió a mujeres líderes dentro de las Fuerzas Armadas, representantes del Ministerio de Defensa y de la Fiscalía, quienes discutieron los avances y desafíos para erradicar estas conductas. La educación, la comunicación y el trabajo interinstitucional fueron identificados como pilares estratégicos en este proceso de cambio.
Un compromiso que exige resultados
Las Fuerzas Militares, por su parte, han respondido con una política de tolerancia cero frente a cualquier tipo de agresión sexual o de género. Desde el Comando General se enfatizó que todas las denuncias serán investigadas con celeridad y transparencia, en cumplimiento del Código Disciplinario Militar. Las acciones incluyen investigaciones prioritarias, sanciones ejemplares y la colaboración activa con la Procuraduría.
En este contexto, la cartilla presentada también recuerda a las instituciones su responsabilidad de cumplir con las normativas internacionales en materia de derechos humanos, subrayando la necesidad de garantizar entornos seguros, inclusivos y libres de violencia.
Hacia una transformación cultural en la Fuerza Pública
El documento no es solo una guía técnica: representa un paso simbólico hacia una transformación cultural dentro de las fuerzas armadas colombianas. Al promover una perspectiva de género en todos los niveles jerárquicos y operativos, se pretende no solo sancionar, sino prevenir, educar y transformar comportamientos profundamente arraigados en la estructura institucional.
La implementación de esta política preventiva se convierte así en un punto de inflexión: un antes y un después en la relación entre género, poder y justicia dentro de una de las instituciones más representativas del Estado colombiano.
Con este avance, Colombia se suma a los países que reconocen que la seguridad no solo se garantiza desde la defensa externa, sino también desde la protección y dignidad de quienes integran sus fuerzas.
