
En una polémica y contundente declaración, el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, anunció una nueva política migratoria que amenaza con revocar o negar visas a funcionarios extranjeros involucrados en actos de censura digital contra ciudadanos estadounidenses. Esta decisión, impulsada por el gobierno del expresidente Donald Trump, busca frenar lo que considera una preocupante injerencia extranjera en la libertad de expresión dentro del país norteamericano.
Rubio explicó que la medida tiene como objetivo principal proteger a ciudadanos y residentes estadounidenses que han sido blanco de represalias legales o amenazas por publicaciones realizadas en redes sociales, especialmente aquellas expresadas desde suelo estadounidense. Según el funcionario, es “inaceptable” que autoridades extranjeras intenten restringir o castigar la expresión en línea de ciudadanos estadounidenses, aún cuando esta ocurra fuera de sus fronteras.
Libertad de expresión en la mira
“El gobierno de Trump no tolerará que plataformas digitales, controladas o influenciadas por gobiernos extranjeros, se conviertan en herramientas de censura contra nuestra gente. Si algún funcionario extranjero, sin importar su cargo o país de origen, está vinculado a estos actos, enfrentará consecuencias inmediatas, incluida la pérdida de su visa”, aseguró Rubio en rueda de prensa.
La política también apunta a gobiernos que presionan a empresas tecnológicas estadounidenses para que modifiquen sus normas de moderación de contenido de manera que afecten a usuarios en Estados Unidos. Sin mencionar países específicos, Rubio hizo referencia indirecta a Europa, calificándola como un “foco de censura digital”, aludiendo a normativas como la Ley de Servicios Digitales de la Unión Europea.
Esta ley europea obliga a las plataformas digitales a combatir el discurso de odio y la desinformación, algo que Washington ahora percibe como una posible amenaza a la soberanía y a los derechos constitucionales de sus ciudadanos, cuando tales regulaciones tienen repercusiones sobre contenido originado o accesible desde Estados Unidos.
Reacciones divididas
La decisión ha sido recibida con preocupación por parte de comunidades migrantes, especialmente entre colombianos en EE. UU., quienes temen que esta política pueda aplicarse de manera arbitraria o derivar en un mayor endurecimiento de los requisitos migratorios. “Será más caro y complicado mantener el estatus migratorio si cualquier expresión online puede interpretarse como una amenaza”, expresó Carolina Gómez, una estudiante colombiana en Miami.
Por otro lado, algunos sectores aplauden la medida como una defensa firme de los principios democráticos. “Finalmente vemos una acción concreta para proteger la libertad de expresión, incluso en el mundo digital”, comentó Peter Langston, analista político del think tank Liberty Watch.
No obstante, la administración ha sido acusada de hipocresía, ya que ha impulsado medidas internas que también han restringido la expresión, como la cancelación de visas a estudiantes extranjeros por manifestar opiniones políticas consideradas controvertidas.
Un giro agresivo en la política exterior
La nueva estrategia forma parte de una línea más agresiva del gobierno Trump en política internacional, marcando un precedente al condicionar las relaciones diplomáticas y los privilegios migratorios al respeto por los derechos constitucionales de los estadounidenses, incluso en el ámbito digital.
“El mensaje es claro: ningún gobierno extranjero puede amenazar la libertad de expresión en Estados Unidos sin enfrentar consecuencias”, concluyó Rubio.
Aunque aún no se han detallado los mecanismos específicos para aplicar esta política, se espera que en las próximas semanas el Departamento de Estado publique nuevas directrices para embajadas y consulados, orientadas a revisar antecedentes de censura antes de otorgar o renovar visas.
Con esta medida, el gobierno de Trump busca reposicionar a Estados Unidos como líder global en la defensa de los derechos digitales, en un contexto internacional cada vez más regulado y polarizado.