
El ministro de Interior de Venezuela, Diosdado Cabello, aseguró este miércoles que el país está listo para enfrentar “lo que venga, por muy duro que sea”, en medio del aumento de la tensión con Estados Unidos, tras el anuncio del despliegue de embarcaciones en el mar Caribe con el argumento de combatir el narcotráfico.
En su programa semanal “Con el mazo dando”, transmitido por el canal estatal VTV, Cabello insistió en que la nación se prepara permanentemente para escenarios adversos:
“Nosotros no subestimamos ninguna amenaza. Tampoco la sobrestimamos y mucho menos la desestimamos (...). ¿Nos preparamos para lo peor? Siempre. Eso es una condición nuestra para enfrentar lo que venga, por muy duro que sea”.
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El dirigente chavista destacó la masiva participación ciudadana en las jornadas de alistamiento para la Milicia Nacional Bolivariana, proceso que inició el pasado fin de semana y continuará este viernes y sábado en más de 1.000 puntos de registro, según confirmó el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López.
Cabello resaltó que la respuesta popular ha sido espontánea y voluntaria:
“Nuestro pueblo, nuestros compañeros, nuestras mujeres, nuestros jóvenes han dado un paso al frente para defender la patria de la agresión que sea”.
Para el funcionario, este proceso constituye un hecho “histórico”, ya que la convocatoria superó todas las expectativas previstas por el régimen.
Denuncias contra Estados Unidos
Caracas acusa a Washington de promover “amenazas” y “agresiones” contra Venezuela. El martes, la misión permanente del gobierno de Nicolás Maduro ante la ONU alertó que Estados Unidos planea enviar un crucero lanzamisiles y un submarino nuclear de ataque rápido a las costas venezolanas la próxima semana, además de otros buques de guerra.

Según Venezuela, este despliegue representa una grave amenaza para la paz y la seguridad regionales, además de violar el Tratado de Tlatelolco, que declaró a América Latina y el Caribe como zona libre de armas nucleares.
Cabello cuestionó directamente el envío de un submarino de este tipo:
“Hasta un submarino nuclear amenazaron con enviar. ¿Eso lo vamos a tomar como una mamadera de gallo? ¡Muy delicado! ¿Un submarino nuclear, moviéndolo aquí en América?”.
Escalada de tensiones en el Caribe
La administración de Donald Trump había duplicado previamente a 50 millones de dólares la recompensa por información que condujera a la captura de Nicolás Maduro, acusado de violar las leyes estadounidenses sobre narcóticos.
Posteriormente, Washington anunció un despliegue militar en aguas cercanas a Venezuela bajo el argumento de operaciones antidrogas, aunque sin referirse a una posible invasión. Sin embargo, Caracas considera estas acciones como una “escalada hostil” contra su soberanía.
En paralelo, Venezuela informó el 26 de agosto que patrullará con drones y buques de la Armada sus aguas territoriales. Además, movilizó 15.000 efectivos militares a la frontera con Colombia, también bajo el pretexto de operaciones contra el narcotráfico.
Llamado a la ONU
Finalmente, el gobierno de Maduro exigió en la ONU el “cese inmediato del despliegue militar estadounidense en el Caribe”. El canciller Yván Gil pidió el respaldo del secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, para frenar la escalada y “restablecer la sensatez” en la región.
Caracas insiste en que la presencia de buques de guerra estadounidenses constituye una provocación y un intento de intimidación. Por ello, tanto Cabello como otras figuras del chavismo han reiterado que el país mantendrá su preparación permanente y que los ciudadanos están dispuestos a “defender la patria, cueste lo que cueste”.