Me aburrí que en Facebook y en todas partes, todo el mundo ponga en la foto de perfil una imagen del hijo que tuvo a los 20 años, incluso menos. En este mundo todavía no entendemos que somos una plaga, una que ha destruido todo lo bello, lo armónico, lo digno, lo importante.
Las mujeres siguen pariendo y pariendo y pariendo gente que viene a invadir un planeta que no da abasto, el problema es que ni siquiera nos damos cuenta, al contario, celebramos que nazcan y sigan naciendo personas que seguramente van a ser pobres, desnutridas, desempleadas, ignorantes, ladrones, prostitutas, narcotraficantes, enfermos.
Somos más de siete mil millones de personas, eso es mucho pueblo para arrodillarse en las iglesias pidiendo a Dios que les dé una casa y un trabajo, una beca y para no ser tan exigentes también un carro.
No solo el planeta no da abasto, tampoco Dios da abasto. Siete mil millones de personas sin futuro que tienen más amantes en su cama que libros en su cabeza. Siete mil millones de personas que le echan la culpa al Santísimo y toda su pandilla de santos, al sistema político, a las empresas, a los ricos, a los inteligentes, a los científicos. Siete mil millones de personas que culpan por sus problemas a las siete mil millones de personas, a quién carajos le importa.
Y Dios dijo: Sed fecundos y multiplicaos... ¿En serio? La multiplicación a la que las sagradas escrituras se referían pudo haber sido la tabla del cero. Y a todas estas, ¿quién le dio permiso, y cuándo a los señores pastores de venir a explicarnos lo que Dios quiere decir? Esto parece más un caos que un paraíso. La locura nos ha poseído y ya no se puede creer en nada, o bueno, se puede creer en la bendita trinidad de la solución mundial: ligadura de trompas, vasectomía y condón.
No es tan difícil parar la crisis mundial. En vez de dar casas de interés social que son un hueco de dos por dos, mejor esterilicen a los humanos o al menos impongan como en China la política de un solo hijo.
No es razón suficiente para nadie desear un hijo porque va a tener sus ojos o su boca o la estupidez que también se hereda. Si quiere aportar algo al mundo entonces adopte a alguno que tuvo la mala suerte de ser el producto de una noche de pasión entre dos pendejos adolescentes.
Los problemas que tenemos nos lo merecemos completamente, por iletrados y por estar más pendientes del trasero de Sofía Vergara que por cierto está en el puesto 38 de las mujeres más poderosas del mundo según la revista Forbes, que de los tarjetones que nos ponen cada tanto para elegir a las personas que nos van a hundir desde el congreso y que no van a hacer nada para impedir que la gente siga pariendo.
Aunque respecto a eso de las elecciones ya da igual. Ni Walter Mercado puede descifrar quién va a ser peor gestión. Si Roberto Gerlein que se niega a aceptar que los homosexuales deben casarse, Roy Barreras quién es profesor, político y médico y que por cierto tiene un problema en su página web ya que no se puede ver la información que uno busca o Gregorio Pernía por el partido verde que no terminó el colegio, lo único que ha hecho es expresar su odio por Jota Mario Valencia y hacía muy buen playback en la hija del mariachi.
La pobreza se acaba dejando de parir
Jue, 30/01/2014 - 11:16
Me aburrí que en Facebook y en todas partes, todo el mundo ponga en la foto de perfil una imagen del hijo que tuvo a los 20 años, incluso menos. En este mundo todavía no entendemos que somos una pl