
Las protestas sociales han desbordado los límites de los derechos de los demás; si bien es cierto que la Constitución Política, en su artículo 37, permite que “Toda parte del pueblo puede reunirse y manifestarse pública y pacíficamente”, esto no justifica perturbar la tranquilidad de los demás y mucho menos atentar contra su vida.
Si revisamos cifras del año pasado, encontramos que TransMilenio tuvo pérdidas por 1.500.000 millones de pesos por afectación del sistema, La Universidad Nacional 2.000.000 millones de pesos, diarios, al parar su funcionamiento, y el comercio disminuyó sus ventas en un 50%.
Sin ir muy lejos, esta semana hubo un paro de conductores que causó la destrucción de 258 buses del sistema de transporte público - cuyo arreglo asciende a 600 millones de pesos- y 125 mil usuarios afectados.
Así mismo, hubo protestas estudiantiles que dejaron como resultado 5 heridos, daños en la infraestructura de la Universidad Pedagógica, caos vial y pérdidas en el comercio.Entiendo la indignación de los estudiantes por presunta corrupción en su Institución, igualmente a los conductores porque tienen que competir, a diario, con un transporte informal y plataformas ilegales que obstaculizan su derecho al trabajo. Lo que no entiendo y rechazaré siempre es la presencia de vándalos, que, con su rostro oculto, aprovechen las protestas para conspirar contra la institucionalidad, para imprimir huellas de violencia, delincuencia y destrucción en nuestra sociedad. Que se unan a las protestas, pero con pensamiento crítico que aporte a la generación de soluciones y construcción de ciudad. Concejal Gloria Díaz Martínez Partido Conservador Colombiano. Facebook: @GloriaElsyDiaz Twitter: @gloriadiazm Instagram: gloriadiazmartinez Web: gloriadiaz.co