¿Quién se beneficia con la migración venezolana?

Jue, 13/09/2018 - 03:33
Ya no sé si el desborde de las fronteras latinoamericanas con inmigrantes venezolanos sea una consecuencia o la solución de tantos problemas de desigualdad que padece la región. Hay quienes piensan
Ya no sé si el desborde de las fronteras latinoamericanas con inmigrantes venezolanos sea una consecuencia o la solución de tantos problemas de desigualdad que padece la región. Hay quienes piensan que los efectos del fenómeno son contraproducentes para sus naciones por temas de salud, alimentación, educación y seguridad; pero algo me dice que están equivocados. Cada vez me convenzo más de que Venezuela exporta profesionales de excelente categoría y posee un sistema educativo que te enseña para la vida, por cuanto no importa el lugar donde se esté siempre podremos cumplir los objetivos que se tracen. Este pensamiento lo he fortalecido con un grupo de médicos, oriundos de diversas partes, con las que he convivido y puesto sobre la mesa este tipo de temas -acompañado de una buena taza de café colombiano claro está-. Algo bueno le hemos sacado a los gringos –diría yo– cuando en libertades y garantías se han instaurado en mi país, y que ahora con esta diáspora se esparce por las naciones vecinas. También se debe reconocer el enriquecimiento que tuvo Venezuela con su política migratoria blanda en épocas perezjimenista. Cada vez que un venezolano entra al sistema laboral en cualquier parte del mundo sobresalen sus dotes, las facultades y el conocimiento que ha desarrollado, sea cual sea la tarea; sino pregúntenle a la Cámara de Comercio de La Guajira que presentó en un informe que los establecimientos de comida preferían contratar venezolanos por la buena atención que prestan en el servicio. Estoy seguro que muchos habrán escuchado sobre la forma de ser y tratar al paciente de los médicos venezolanos. Las redes sociales están inundadas de ese tipo de cosas, recientemente fue publicado que un grupo de cirujanos de titularidad venezolana hicieron el primer transplante de pulmón de Ecuador. Imagínense el provecho que pudiese sacar el país cafetalero simplemente con certificar a todo este grupo de galenos y llenar con ellos los espacios vacíos que tienen en la atención médica. Tengo rato diciendo que es necesario incorporar más médicos a la salud colombiana, y más cuando el Gobierno aspira incluir una cuota de más de 800 mil venezolanos a través de las tres resoluciones del Permiso Especial de Permanencia (PEP). Por algo, Nicolás Maduro acusa a los colombianos de beneficiarse del sistema venezolano, sabe que tiene buen talento. Que se ha desarrollado la ciencia médica con estudios en Estados Unidos desde la década de los 70 con programas y becas que robustecieron los hospitales y universidades del país. De eso es de lo que hablo cuando digo que otros se pueden beneficiar de lo que está ocurriendo. Puedo decir que desde la comunicación, la tierra de Nariño puede aprender un sinfín de cosas con la creación de espacios de integración y la instauración de agendas informativas bilaterales y mancomunadas en la frontera –soñar no me cuesta nada-. Acabar un poco con ese paradigma conservacionista que impera en la sociedad colombiana y romper las cadenas de la hegemonía. Están de ejemplo Perú y Chile que se han convertido en destinos predilectos para el buen talante de venezolanos capacitados y competentes debido a su ablandamiento en sus políticas e incorporación de extranjeros en sus entornos potenciales, aunque lo he dicho «A Colombia le tocó la peor parte». Sin embargo, aún puede hacer bien las cosas, pues la idea no es denigrar a nadie ni imponer supremacías nacionalistas. Que 11 países se pongan de acuerdo para aceptar la documentación de identidad vencida no basta para generar la estabilidad que anhela la migración, ni tampoco ejerce presión en el Gobierno venezolano para que rectifique en sus medidas de corte socialista, que sólo disfraza la dictadura, la corrupción y el narcoterrorismo del que muchos hemos huido. Debemos tener en cuenta que la crisis que atraviesa Venezuela no se subsanará pronto, que nuestros valores civiles se han derrumbado, que nuestro tejido social amerita de muchos remiendos y que serán las futuras generaciones las que vuelvan a vivir en un país de gloria. Yo como periodista, y un inmigrante más del montón, estoy claro que mi destino está en ofrecerle a Colombia lo que mi país me regaló –educación y conocimiento-. Nunca imaginé que el juramento que hice durante mi acto de grado sería ejercido fuera de las fronteras. ¿Qué más se debe hacer para demostrar que no somos un horda de marginados que vienen a vivir de dádivas de los gobiernos? Simplemente se está cumpliendo la profecía de Hugo Chávez: ver a una Latinoamérica unida y centrada en propósitos comunes –al menos en la teoría-. Sólo espero que esta reflexión sea entendida por todos, y que a los interesados les llegue mi mensaje. Bastante audaz he sido al hacer nexos con funcionarios de gobierno y miembros de organizaciones civiles e internacionales, pero me sigo preguntando ¿a quién beneficia la migración venezolana?
Más KienyKe
Conozca la lista de ganadores de los galardonados en la emblemática gala celebrada en la Plaza de la Aduana de Cartagena.
El alcalde Fico Gutiérrez insinuó que, desde el gobierno Petro, se estaría pensando en intervenir esta empresa antioqueña.
La nueva fiscal señaló que la entidad está comprometida con encontrar a los responsables de crímenes contra mujeres.
Esto es lo que se sabe sobre la captura del hombre señalado del asesinato del periodista y líder, Jaime Vásquez.
Kien Opina