
Comienzo este blog por su nombre. Shattered, destrozado en inglés y el nombre también de una canción de los Rolling Stones.
Esta canción ambienta, cargada de un simbolismo preciso y contundente, una de las imágenes literarias con más genio que he leído últimamente. Perkus, un hipster neoyorkino, dropout se la universidad de Columbia, crítico fracasado de la revista Rolling Stone y un cinéfilo convencido; comienza un proceso de autodestrucción que es acompañado por la misma autodestrucción de Nueva York. Termina viviendo, mientras la ciudad se desmorona ante sus ojos, en un conjunto de apartamentos en ruinas que una millonaria compró para que sirviera de hospedaje a los perros callejeros de la cuidad. Él vive casi como un indigente en uno de los pisos con una pitbull de tres patas. La saca a pasear y husmea en los otros apartamentos en busca de objetos viejos y olvidados que le puedan interesar. En una de sus búsquedas consigue un tocadiscos estéreo y, en medio de una pila de LPs basura de los 60 y 70, encuentra Some Girls de los Stones con su carátula original. Con sus integrantes encajados a la fuerza en una extraña publicad de los años 50. Todos cubriendo los rostros de aquellas mujeres prototipo con sus propios labios pintados de rojo. Perkus se obsesiona con el disco y lo pone sin parar, desde Miss You hasta Shattered y luego repite esta última sin parar. Canta, baila y lo vuelve a poner. La escena llega a su clímax cuando su amigo Chase va a visitarlo y ve cómo Perkus pone con cuidado la aguja sobre la última pista y baila como un convulso la canción con la pitbull de tres patas. Shattered Shattered Shattered Shattered, canta casi gritando. Destrozado. Es la canción suya y de su cuidad. Una ciudad que se cae a pedazos como él. Lo comprende, lo acepta y sigue cantando, casi resignado continua en el mismo proceso auto destructivo hasta que muere en un hospital de mala muerte en Harlem. Comprende lo que es, se reconoce y acepta su destino como Edipo cuando se mutila los ojos.
Este blog no va a ser sobre Nueva York ni sobre Bogotá (aunque a esta última la canción le encaje a la perfección) sino sobre literatura. Sobre personajes solitarios que se destrozan a sí mismos o que son destrozados por fuerzas ajenas. Sobre personajes trágicos y sórdidos. Pero cuidado, no simplemente sórdidos y planos. No será un blog sobre realismo sucio, Bukowski y sus secuaces. Será un blog que tenga como paradigma de literatura a la tragedia griega y juzgue con bajo ese rasero. No quiere decir que de vez en cuando se hablen de otras cosas, de fotografía por ejemplo, de arte. Pero la literatura como un eje central bajo el que giraran todas las entradas.