Cuando entre en pleno funcionamiento el Sistema Integrado de Transporte Público en Bogotá, se van a presentar algunas sumas y restas en varios sectores económicos y sociales
Sumas
Cuando empiece el proceso de venta de los vehículos de los actuales propietarios para venderlos al operador circularán grandes cantidades de dinero que el sector financiero podría captar.
Disminuye el estrés para los conductores debido a que estarán concentrados en manejar, parar en lugares específicos y no recibir ni entregar dinero.
Los conductores tendrán que estar más juiciosos porque con un salario fijo tienen menos recursos para aumentar su linaje.
Ya no habrá la “guerra del centavo”.
A los pasajeros que les incomoda la música en los vehículos, ya no tendrán ese dolor de cabeza.
Restas
Las estaciones de servicio ya no tendrían el mismo flujo de clientes debido a que al parecer el SITP tendría “bombas” exclusivas.
Los calibradores y despachadores que debían parte de sus ingresos a la “liguita” que les daban los conductores.
Los conductores y propietarios tienen incertidumbre porque sólo saben transportar y en caso de que no queden con el SITP, van a dedicarse a oficios o negocios a los cuales no estaban acostumbrados.
Los propietarios que vendan sus vehículos en caso de no ser capacitados en empresarismo, están en peligro de abrir negocios o montar empresas más por la necesidad, que por ser productivos y sostenibles.
Algunos paraderos serán reubicados y los propietarios de restaurantes o personas que vendían la alimentación de los cientos de conductores se verían limitados.
Las personas que estaban acostumbradas a las promociones para que los llevaran $1.000 o $500 ya no van a tener esa posibilidad.
¿Crecerá la informalidad en el transporte en caso de que la cobertura de los vehículos sea insuficiente?.
El dinero ya no va a circular diariamente, como viene ocurriendo en la actualidad, que los conductores y propietarios ven dinero a diario. Eso será un fenómeno que afectaría la dinámica económica.
Al no tener equipos de sonido los vehículos, pierden audiencia las emisoras de música tropical, popular y de plancha.
Los vendedores informales, músicos que derivaban su sustento de subirse a los buses y busetas.
En la actualidad son cerca de 50 empresas con personal administrativo cada una, con la fusión. ¿será que sí habrá espacio laboral para tanto trabajador?.
Los negocios que “engallan” las busetas también pierden, puesto que las busetas del SITP se caracterizan por su sobriedad en los lujos.
Cuando entre en pleno funcionamiento el Sistema Integrado de Transporte Público en Bogotá, se van a presentar algunas sumas y restas en varios sectores económicos y sociales
Sumas
Cuando empiece el proceso de venta de los vehículos de los actuales propietarios para venderlos al operador circularán grandes cantidades de dinero que el sector financiero podría captar.
Disminuye el estrés para los conductores debido a que estarán concentrados en manejar, parar en lugares específicos y no recibir ni entregar dinero.
Los conductores tendrán que estar más juiciosos porque con un salario fijo tienen menos recursos para aumentar su linaje.
Ya no habrá la “guerra del centavo”.
A los pasajeros que les incomoda la música en los vehículos, ya no tendrán ese dolor de cabeza.
Restas
Las estaciones de servicio ya no tendrían el mismo flujo de clientes debido a que al parecer el SITP tendría “bombas” exclusivas.
Los calibradores y despachadores que debían parte de sus ingresos a la “liguita” que les daban los conductores.
Los conductores y propietarios tienen incertidumbre porque sólo saben transportar y en caso de que no queden con el SITP, van a dedicarse a oficios o negocios a los cuales no estaban acostumbrados.
Los propietarios que vendan sus vehículos en caso de no ser capacitados en empresarismo, están en peligro de abrir negocios o montar empresas más por la necesidad, que por ser productivos y sostenibles.
Algunos paraderos serán reubicados y los propietarios de restaurantes o personas que vendían la alimentación de los cientos de conductores se verían limitados.
Las personas que estaban acostumbradas a las promociones para que los llevaran $1.000 o $500 ya no van a tener esa posibilidad.
¿Crecerá la informalidad en el transporte en caso de que la cobertura de los vehículos sea insuficiente?.
El dinero ya no va a circular diariamente, como viene ocurriendo en la actualidad, que los conductores y propietarios ven dinero a diario. Eso será un fenómeno que afectaría la dinámica económica.
Al no tener equipos de sonido los vehículos, pierden audiencia las emisoras de música tropical, popular y de plancha.
Los vendedores informales, músicos que derivaban su sustento de subirse a los buses y busetas.
En la actualidad son cerca de 50 empresas con personal administrativo cada una, con la fusión. ¿será que sí habrá espacio laboral para tanto trabajador?.
Los negocios que “engallan” las busetas también pierden, puesto que las busetas del SITP se caracterizan por su sobriedad en los lujos.
