¿Cuántas veces los ciudadanos de todas las edades nos hemos preguntado por qué el desarrollo de una ciudad en Colombia no se refleja con lo prometido y planteado en los planes de desarrollo que nos presentan los candidatos, que luego se convierten en alcaldes?
Si recordamos la administración de Gustavo Petro, según la Contraloría de Bogotá, dejó 30 Proyectos sin cumplir, entre ellos: la construcción de Transmilenio por la Avenida Boyacá, la reconstrucción de la Caracas y la Autopista Norte, la construcción de la primera línea del metro, los cables aéreos de Ciudad Bolívar; e incluso, nosotros encontramos sobrecostos de más de 30 mil millones de pesos en retrasos de la malla vial local.
De igual manera, a comienzos del 2.016 hallamos que 32.500 millones destinados para optimizar el sistema de semáforos de la ciudad, reposaban en una Fiducia por más de cinco años.
Si hablamos de la actual administración vemos que la capacidad de producción de agua potable del sistema de acueducto de la EAB, presenta retrasos significativos e irresponsables en las inversiones necesarias para ampliarla.
Así mismo, después de revisar el contrato 1521 del 2017 el cual contempla la intervención de aceras, espacios peatonales y ciclorrutas de la zona Rosa, identificamos falta de planeación e identificación de la necesidad, lo que generó retrasos en la recuperación de la zona debido a que el contratista se vio enfrentado a intervenir redes de acueducto y alcantarillado.
Inclusive, a la fecha no cuentan con el presupuesto aprobado para las obras de las Empresas de Servicios Públicos, ni cuentan con el plan de manejo de tránsito ni las aprobaciones de señalización y diseños de antejardines.
También evidenciamos que, en los proyectos de inversión de las Alcaldías Locales, la modalidad de contratación más utilizada, fue la directa. El año pasado esta modalidad alcanzó un 82,7% equivalente a 3.726 contratos y 41 adiciones a contratos suscritos en vigencias anteriores, por un valor de 194.965 millones.
Sea la administración que sea siempre hay errores que corregir y quedan metas sin cumplir: ¿Demasiados compromisos, para ganar votos, cuando saben que no se van a cumplir? ¿Falta de planeación, ejecución o idoneidad?
Por ello, la importancia de escuchar los debates e intervenciones de los candidatos a la Alcaldía de Bogotá, conocer su trayectoria como profesionales y seres humanos.
Específicamente me refiero a frases como: no metro elevado, no POT, no Transmilenio por acá o por allá; mientras tanto, el rezago de las obras y proyectos para el desarrollo de la ciudad sigue caminando y caminando, creciendo a pasos agigantados.
Así que la invitación es a reflexionar como ciudadanos que elegimos a nuestros gobernantes, a que abramos los ojos, despertemos y optemos por el que verdaderamente esté preparado y tenga las calidades humanas para asumir el reto de dirigir nuestra ciudad. Somos directamente los responsables. No señalemos al vecino, soy yo, es usted.
Concejal Gloria Díaz Martínez
Partido Conservador Colombiano.
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