Adiós marinero II

La semana pasada con suficiente ilustración expuse en esta tribuna periodística que alias 'Popeye' no debería estar aún en libertad. Y lo dije no porque se trate de este bandido que sin duda es de la peor laya, sino porque desde un punto de vista jurídico-objetivo, ni Velázquez Vásquez, ni ningún condenado puede recobrar su libertad si no cumple con sus condenas efectivamente con todo y beneficios o subrogados penales. Esto no puede pasar en ningún Estado de Derecho por varias razones. Hay razones de orden lógico y elemental y otras estrictamente jurídicas. El sentido común es el menos común de los sentidos -ya lo decía H. Greele- y a su turno Voltaire dijo que “el sentido común no es nada común”. Esto parece no ser la excepción en el ordenamiento jurídico colombiano que a través de su rama judicial pasa por una profunda crisis en todos los rubros. Dije en su momento usando palabras del Dr. Óscar Galán, que no es cierto que ‘Popeye’ vaya a salir de prisión porque él no tiene cumplida su pena y no tiene las quintas partes para la libertad condicional. No sé de dónde han sacado esta información, él ha cumplido condenas de otros delitos, pero la de narcotráfico y concierto, que es la causa que yo vigilo, no la ha cumplido, dijo el operador judicial. Otorgar libertad a presos que aun no cumplen sus condenas es deleznable desde cualquier óptica. Desde el punto de vista de las víctimas podemos estar frente a una revictimización, pues no contento el Estado en dejar en el olvido a las víctimas de la masacre Avianca durante 25 años, sin verdad, justicia ni reparación, deja en libertad a uno de sus victimarios, incluso desconociendo una sentencia en firme que lo condenó a 12 años y algo más de prisión, por los tipos penales de Concierto para Delinquir y Narcotráfico. Por esto último es que alias Popeye no tiene pedidos de extradición de los Estados Unidos; es decir es una burla a la justicia. El sistema colombiano requiere de una reforma de fondo, no de reformas paliativas o pañitos de agua tibia, que lo único que hacen es meter el dedo en la llaga de las víctimas y dar prisa a medias a un mal paso eterno. Los factores para esta debacle de la rama judicial son múltiples y van desde los malos salarios a los funcionarios, pasando por la “necesaria” corrupción, hasta la congestión y negligencia de quienes administran justicia, si es que a eso se le puede llamar así. Esto lo amplío con mayor detalle el próximo domingo en el programa 'La Balanza' a las 11 de la mañana en los 1040 AM de Colmundo Radio. La reforma debe ser integral y que proponga cambios eficaces; que den respuesta a los que demandan una digna administración de justicia; un sistema que haga sentir a las víctimas que se trata de un Estado garantista; que vela por los intereses de los asociados y respeta los Derechos Humanos de los presos. Exigimos como ciudadanos del común y como víctimas sin apellidos políticos, una rama judicial que propenda por la reivindicación de los derechos de quienes hemos padecido los embates del conflicto en Colombia. Resulta que acá si no se tiene apellido político o no se pertenece a la poderosa clase empresarial, la justicia no funciona, o mejor no hay justicia. Ya lo decía Santander La ley es para los de ruana. Ejemplo claro de ello es ver cómo aprehenden, investigan, acusan y juzgan a un sujeto por el hurto de unos chocolatines o uno famélico con todo el rigor y la severidad de la ley punitiva, y a Popeye lo dejan libre con condenas pendientes. Esto que de suyo es desproporcional, también desgasta el aparato judicial y da una razón más para que los delitos graves y de Lesa Humanidad -como la masacre Avianca- sigan estancados y sirviendo de tranca de las puertas de los despachos de las fiscalías de Derechos Humanos y DIH en el Bunker. Pensemos seriamente si esto es lo que nos merecemos. Hago un llamado a las víctimas a unir su voz de inconformidad frente a este desastre judicial que tenemos que soportar y ¿hasta cuándo lo vamos a soportar mientras el país se desangra y los bandidos quedan libres y llegan al poder? Abrazo cálido. Seguimos trabajando. @colconmemoria presidencia@colombiaconmemoria.org