Según Migración Colombia, 520.000 venezolanos se han establecido en Colombia en los últimos tiempos. Seguramente son más. Han sido expulsados de su país por la locura madurista que adquiere matices de holocausto con un pueblo que se muere de hambre en medio de una política de represión y violencia creciente.
A los venezolanos tenemos que ayudarlos durante estos críticos momentos. Desde el triunfo de Chávez, Colombia ha ignorado las señales siempre negativas de la evolución del régimen. Primero las expropiaciones, luego las detenciones políticas, el cierre de los medios de comunicación, los borbotones de corrupción, los vínculos con el narcotráfico, los fraudes electorales, el despojo de la Asamblea Nacional, los abusos de la Constituyente y todas las demás calamidades de nuestros vecinos han sucedido con el silencio cómplice del gobierno colombiano.
Solo interesado en complacer a las Farc, Santos cerró los ojos y enmudeció a la Cancillería para que volteáramos la mirada mientras todo esto sucedía. De forma ignominiosa que la historia no olvidará, pasará a la historia como uno de los responsables de este verdadero crimen contra el pueblo venezolano.
Desde época de Chávez, las Farc, que hoy siguen defendiendo a Maduro, utilizaron al vecino país como refugio y base para el tráfico de cocaína. Aliados con los militares chavistas montaron la mayor operación de narcotráfico de la historia de la humanidad. Eso lo sabía el gobierno colombiano y lo toleraba. Pero el proceso de paz todo lo justificaba y silenciaba. Nada que molestase al tirano Maduro podía decirse. El miedo a una declaración paralizaba al gobierno.
La indignidad e ignominia de nuestra posición diplomática no tiene precedentes en la historia nacional. El silencio de la vergonzosa y vergonzante canciller, de los medios y los dirigentes políticos, son un horrible pasivo que debemos saldar con solidaridad. Es hora de mostrar que los colombianos tenemos corazón y sabemos tenderle la mano al necesitado.
Ahora no es el momento de afirmar que los venezolanos le quitan oportunidades de empleo a los colombianos o que generan inseguridad. No estamos para quejarnos de que colmen las calles y se rebusquen. No podemos cerrarles las escasas oportunidades de sobrevivir. Hay que ayudarles porque durante años los dejamos abandonados con su drama, sin ayudarlos ni respaldarlos.
Llegó el momento de ser generosos y solidarios; de mostrar que no todos los colombianos somos cómplices ni responsables del drama que azota a nuestros vecinos.
Deuda con Venezuela
Mar, 23/01/2018 - 04:26
Según Migración Colombia, 520.000 venezolanos se han establecido en Colombia en los últimos tiempos. Seguramente son más. Han sido expulsados de su país por la locura madurista que adquiere matic