Estoy recibiendo cantidad de solicitudes de fajardistas, que quieren una razón para escoger a Duque y no a Petro.
Aquí van unas cuantas:
- Tendrán que escoger entre el terrorista amnistiado y el hombre decente.
- Entre el delincuente común, condenado en 1985 por porte ilegal de armas y el hombre sin prontuario.
- Entre el discurso de odio de clases y el discurso de propuestas.
- Entre el camaleón que se alió con Santos, traicionando al Polo, y el hombre con convicciones firmes y confiables.
- Entre el soberbio que advierte que: si no están conmigo, están contra mi, y el hombre democrático y de decisiones concertadas.
- Entre el vivo que se convertiría en Estado, L´Etat, c´est moi, para apropiarse de la productividad nacional y arrogarse el derecho de racionar lo que le sobre en comida y educación, como a los famélicos cubanos, y quien incentiva el emprendimiento; el desarrollo integral de la persona, la dignidad y el fruto del trabajo.
- Entre el cómplice de Chávez en la ruina de Venezuela, y el planificador de la economía mundial desde el BID, con estrategias contra la pobreza.
- Entre el adorador de las tesis económicas de Marx que devastaron a la Unión Soviética, Cuba y Venezuela, y quien cree en el capital con responsabilidad social.
- Entre quien generará expropiaciones y arrebatará a los ricos para dar a los pobres, y quien propone bajar impuestos, y generando mayor riqueza, aumentar el PIB para dar a todos.
- Entre el ateo que tiene por religión la violencia y el hombre que cree en Dios y en la paz.
- Entre quien aplicaría venganza a través del tribunal vindicatorio de la JEP y quien aspira a depurar la justicia, convertida en instrumento de corruptos.
- Entre el promotor relajado de la droga en los jóvenes y quien la prohíbe.
- El hombre de la paz no es Petro sino Duque. La paz es tranquilidad, seguridad, respeto a las diferencias; a la familia, a la verdad; a la opinión contraria y a la libre empresa. La “paz” no son esas 3 lustrosas letras, de la bandera de Petro, que brillan como la manzana envenenada del totalitarismo y que encubre la entrega del país a los violentos de las FARC.
- Duque Jamás ha dicho que hará trizas los acuerdos. Eso lo dijo Ordóñez. Para Duque, ni trizas, ni risas. Examinará los acuerdos y dejará lo bueno y extirpará lo malo, como debe ser.
- Duque jamás será títere de Uribe. Uribe solo lo respaldó después de que venció en dura lid a Zuluaga y a 5 precandidatos del CD, y luego a Martha Lucía y a Ordóñez en la consulta interpartidista. Uribe es un tercero, que será su aliado en el Congreso y por eso no es coherente atacar a Duque por odios contra Uribe. Influencian más en Petro los tiranos que se tiraron a Latinoamérica: Castro, Maduro, Ortega o Evo, que Uribe en Duque.
- Duque jamás dijo que impondrá peaje a las motos; ni que elevará la edad de las pensiones; ni mucho menos que sigue a Soros a quien no conoce.
- Duque jamás dijo que apoya el fracking, ni políticas extractivas. Al contrario, propiciará familias guardabosques, guardapáramos, guardaciénagas.
- Petro es un hombre violento desde joven, la red está llena de sus fotos, armado y de camuflado, su condena como delincuente, por un juzgado de Zipaquirá, le hubiera impedido a cualquier otro ciudadano, ser concejal, senador, alcalde y candidato a presidente, pero trampeó la condena.
- Petro es una mala persona y un pésimo administrador, y así lo atestiguan sus amigos y colaboradores, quienes le llaman déspota. De su ineptitud dan fe las basuras y las finanzas de Bogotá, cuyos habitantes lo repudiaron en la reciente elección.
- Petro es experto en engañar con su discurso populista y sus eufemismos, de “paz” para alcahuetear terroristas; o de “rebelión” para matar magistrados inocentes; o de “educación” para engatusar estudiantes.
- Petro prometió invertir en educación, pero no hizo un solo colegio nuevo, sino que reformó 48 antiguos, por lo tanto no aumentó la cobertura. Lo que sí incrementó fue la inseguridad y la pauperización de zonas como Chapinero, la Calle del Cartucho y el Santafé.
- Petro no pagó nunca los crímenes cometidos por su grupo, entre ellos la tortura y asesinato de José Raquel Mercado, de Chester Bitterman, de los niños de 5, 6 y 7 años Zuleika, Yidid y Xouix. Al contrario se le premiaron.