Hace 17 años Colombia se encontraba sumida en el fragor de una guerra que tocó las membranas más delgadas de muchos compatriotas y otros se mantenían como espectadores silenciosos desde el palco de las principales ciudades del país; eran testigos de la destrucción, del desangramiento de cientos de personas sin ubicación de uno u otro bando, solo colombianos con una vida y una historia.
En aquel tiempo, el final del camino era lejano, sombrío y casi nulo, a tal punto que muchos colombianos desarrollaron una especie de ‘sexto sentido’, el de la indolencia frente a hechos atroces que ya significaban cotidianidad.
La esperanza en el léxico de este país sur americano era del pasado, inexistente en el presente e impensable en el futuro; muertes, secuestros, masacres, atentados eran las palabras recurrentes y presentes en la época y para asumir esta realidad, estaba el Ejército Nacional de Colombia, una Institución que una vez fortalecida en talento humano y tecnología, enfrentó con ahínco y entereza las amenazas internas que tenían en jaque la democracia de la Nación.
Conforme avanzaba el tiempo, fue notoria la recuperación de la estabilidad en seguridad y tranquilidad; factores decisivos en la reactivación de la economía en las regiones, el turismo y el desarrollo social, vicisitudes que se tradujeron en un voto de confianza en la institucionalidad.
Muchos años han transcurrido, luego de una ardua lucha contra los antagonistas de la patria y este Ejército de más de 250 mil hombres y mujeres, está presente en la mente de los colombianos, así lo demuestran los resultados en las encuestas nacionales, que denotan el alto índice de favorabilidad y la credibilidad en las Fuerzas Militares.
Con una victoria irrefutable, el Ejército Nacional de Colombia no cesa en el cumplimiento de su misión constitucional de salvaguardar la soberanía, la independencia y la integridad territorial; hoy enfrenta nuevos desafíos, que son la oportunidad de modernizar su estructura organizacional e implementar nuevas doctrinas operacionales, que lo convierte en una institución dinámica, que se transforma acorde con las exigencias de cada ambiente operacional y se mantiene al ritmo de las organizaciones militares más avanzadas del mundo.
La delincuencia sufre diversas mutaciones y hoy los soldados multimisión del Ejército Nacional, enfrentan transgresiones, que se convierten en factores de inestabilidad; explotación ilícita de yacimientos mineros, narcotráfico, atentados contra la infraestructura, delincuencia organizada transnacional son algunos de ellos.
Entregar progreso a los colombianos a través de los Ingenieros Militares, también es una nueva capacidad de la Institución; así como brindar apoyo con el pelotón de prevención y atención de desastres, asignado a todas las unidades militares del país, presto durante eventualidades como catástrofes naturales y desastres que comprometan la vida humana.
El Ejército Nacional de Colombia se entrena, se prepara y se capacita para responder a las necesidades de la nación; siempre será una Fuerza competente al servicio de sus compatriotas.
El Ejército Multimisión de todos los colombianos
Vie, 16/02/2018 - 08:08
Hace 17 años Colombia se encontraba sumida en el fragor de una guerra que tocó las membranas más delgadas de muchos compatriotas y otros se mantenían como espectadores silenciosos desde el palco d