La opinión política extraviada

Dom, 29/09/2013 - 15:42
El papel del Estado es materializar derechos. Haber puesto la ganancia por encima de la necesidad, para administrar los recursos, se contrapone a esa materialización; luego se impone la regulación d
El papel del Estado es materializar derechos. Haber puesto la ganancia por encima de la necesidad, para administrar los recursos, se contrapone a esa materialización; luego se impone la regulación de la economía, si es que de verdad queremos salir del reino del abuso, la desigualdad y la pobreza que nos caracteriza. Ese es el tipo de raciocinio que medios y líderes de opinión deberían producir y publicar para contribuir a educar a la gente sobre sus decisiones políticas. Los análisis deben ayudar a identificar los problemas reales y a quienes de verdad tienen propuestas serias para darles solución. Contentarse con pronunciarse sobre aspectos mecánicos de la campaña y las posibilidades electorales de movimientos y aspirantes, que es en lo que se está quedando el análisis político, es no tener claro el compromiso con el bien común y contribuir al caos de sociedad que tenemos. Ninguno de los candidatos de los partidos y movimientos tradicionales que se disputarán la presidencia de la República en las elecciones del año entrante tiene reparos a la liberalización de la economía y a su promesa incumplida de un desarrollo que ella misma impide alcanzar. Revisen bien y verán que ninguno. Aún más, todos, a sabiendas, presentan propuestas enmarcadas dentro de ese modelo económico. No quieren ver la necesidad de tocarlo. A pesar de las evidencias del éxito exclusivo para unos pocos (generalmente los dueños del gran capital) que lo define;  de los abusos e irrespeto de derechos que para alcanzar ese éxito encarna; de los débiles y lentos avances sociales que permite, y de la exclusión de la mayoría de la población que promueve, ninguno plantea nada que apunte a atacarlo o por lo menos a corregirlo. Ya es hora de que el ciudadano del común tenga claro que así estos candidatos hagan ofrecimientos en asuntos como empleo, salud, educación, agricultura, desarrollo (entre otros), mientras estos vengan formulados dentro de los lineamientos de la economía del libre mercado, no podrán realizarse de modo que satisfagan las necesidades de la mayoría de la población. A diario padecemos los ejemplos que lo demuestran.  Eso es lo que los votantes deben poder valorar. Esas son las consideraciones sobre las cuales deben decidir su voto. Ese es el tipo de ilustración que la gente requiere. Esas son las luces que opinadores están llamados a dar. No hacerlo es seguir contribuyendo a la desinstitucionalización que ahoga al país y que se expresa en la falta de representación que acusan grandes sectores de la población. No tienen quien dé la pelea por sus problemas en los centros de decisión. Sienten que nadie les está ofreciendo una salida que les permita sobrevivir mínimamente. Los paros recientes tienen ese mensaje. Ni los políticos ni los medios pueden omitir esa lectura.   Punto y aparte: si la situación no resulta favorable a su reelección, lo más probable es que el propio Juan Manuel Santos se juegue la carta de Germán Vargas Lleras. Lo que cabe preguntarse es sobre la solidez del prestigio atribuido al ex ministro Vargas, quien para poner en marcha el programa de las 100 mil viviendas gratis cuando estuvo al frente de la cartera del ramo, no tuvo problema; pero para dar solución definitiva a la sobrepoblación y hacinamiento de las cárceles cuando ejerció como ministro del Interior y de Justicia, ahí sí, ni fu ni fa. La explicación a la que puede llegar cualquier ciudadano desprevenido es fácil: viviendas gratis dan votos. Construir cárceles no. Luego, la eficacia de Vargas estaría signada por los votos que recogerá de los beneficiarios de las viviendas gratis, lo que pone en duda ese prestigio.
Más KienyKe
La influenciadora habló sobre lo que le cobraría a su novio mensualmente para que dejara que este la mantuviera.
Petro recuerda 'La vorágine' y dice que Colombia sigue con el odio de hace cien años.
Así lo mencionó el presidente de Brasil en su intervención durante la inauguración en la Feria Internacional del Libro de Bogotá este miércoles.
En el aniversario de la muerte del nobel colombiano, ambos países rindieron homenajes a García Márquez.