Y se hizo el milagro: la Corte Suprema de Justicia, por fin, escogió a la abogada rosarista Viviane Morales como nueva fiscal general de la Nación. Desde muchos puntos de vista se trata de una gran noticia para el país. Pero debe advertirse que el mecanismo constitucional de elección de fiscal general quedó marcado con el sello del fracaso, y debe modificarse. No podemos aceptar que el alto Tribunal se abstenga de cumplir su deber de escoger de las ternas, como ocurrió en su momento con las del ex presidente Alvaro Uribe.
La elección demostró, además, que no eran necesarios 16 votos para elegir a la nueva Fiscal: Morales 'venció' a los juristas Juan Carlos Esguerra y Carlos Gustavo Arrieta con 14 votos, es decir, con una mayoría absoluta.
Con la elección de Morales se acaban 17 meses de interinidad al frente del ente acusador. Fueron meses en los que el país presenció una Fiscalía sin rumbo fijo. Advierto, no obstante, que el doctor Guillermo Mendoza no fue el responsable de esa situación. Creo que él hizo lo mejor que pudo, pero hay cargos públicos que no resisten estar tanto tiempo bajo encargo. Nadie se imagina, por ejemplo, que haya un presidente de la República encargado por 17 meses, o un alcalde de Bogotá, o, para no ir muy lejos, un magistrado de la Corte Suprema de Justicia.
Todas las decisiones clave que tomó el doctor Mendoza durante casi año y medio fueron objeto de polémica. Si éstas eran en contra de personas cercanas al ex presidente Uribe, los uribistas decían que Mendoza les estaba dando gusto a los malquerientes del ex mandatario. Si eran en favor de uribistas, los recalcitrantes 'antifuribistas' salían a decir que el Fiscal le estaba pagando a Uribe favores, como que su hermano Jorge fue encargado por el Ejecutivo en la Gobernación de Bolívar. La verdad es que ni los unos ni los otros tenían la razón. El problema era la interinidad.
La doctora Morales tiene tras de sí una excelente hoja de vida como jurista. Fue representante a la Cámara y senadora y se hizo célebre por defender la inviolabilidad del voto de los congresistas que absolvieron al ex presidente Ernesto Samper. Alguna vez la revista Semana mencionó que, en su momento, el presidente Uribe la tenía como una de sus candidatas para magistrada de la Corte Constitucional. Hasta hace poco fue la comentarista jurídica de Caracol Radio. Su corto paso por el periodismo fue notable.
Pero, ¿qué espera Colombia de la doctora Morales? Sin duda, independencia. Independencia del gobierno del presidente Juan Manuel Santos que la postuló e independencia de los magistrados de la Corte Suprema de Justicia que la escogieron. El país no quiere una Fiscalía que sea fortín burocrático. Hace algunos años leí un artículo de El Espectador --titulado "El roscograma de la justicia"-- en el que quedaba claro que muchos juristas de la suprema Corte tenían cuotas en la Fiscalía General. Y hace poco la columnista Salud Hernández-Mora denunció en El Tiempo, con nombres propios, las 'fichas' que tenían en la Fiscalía y en la Procuraduría los magistrados de las altas cortes. Esa práctica debe terminar.
Suponemos que la doctora Morales no tendrá como su asesor de cabecera a un brujo, ni invitará personajes extraños a su posesión. Estoy seguro de que en el cuatrienio de la doctora Morales actuaciones vergonzosas no ocurrirán. Y no ocurrirán por algo bien sencillo: quienes la conocen de cerca la definen como una mujer impoluta, estudiosa, ajena a los homenajes -qué bueno, no es lagarta- y, sobre todo, justa, una cualidad que desde años escasea.
Bienvenida doctora Viviane Morales. El país y la justicia esperan mucho de usted.
La señora Fiscal
Lun, 06/12/2010 - 09:30
Y se hizo el milagro: la Corte Suprema de Justicia, por fin, escogió a la abogada rosarista Viviane Morales como nueva fiscal general de la Nación. Desde muchos puntos de vista se trata de una gra