Termina el año 2017. Lo usual es hacer balances, inventarios, síntesis. No escapo a esa fuerza, y hoy presento un resumen de las cosas claras que me deja este tiempo que muere. Son percepciones acerca de realidades del país de las que hablan las bocas de muchas personas en diversos lugares. Un tanto a la manera en que surgiera el canto vallenato, según la original respuesta que el compositor Rafael Escalona diera en el diario El Tiempo, hace cerca de medio siglo, al preguntarle cómo habían nacido los cantos vallenatos: “El vallenato nació como los bostezos, de boca en boca”.
Así, de boca en boca, de tertulias y lecturas, salieron las siguientes veinte cosas claras que me deja este año:
-El presidente Juan Manuel Santos no pudo recuperar índices decorosos de favorabilidad. Si es culpa de su poca aptitud para comunicarse y/o para gobernar, lo dirán los estudios.
-La economía ni resultó una maravilla, como dice el gobierno, ni una catástrofe, como afirman algunos opositores.
-Nunca se había dado tanta corrupción en los más altos niveles del Estado, ni tantos esfuerzos por perseguirla, ni tantos esfuerzos por evadirla, ni tanta rabia para condenarla.
-En materia de corrupción, la Costa caribe se llevó las palmas por la cantidad de personas de allí protagonistas de tal delito. Alguien debería presentar disculpas al resto de Colombia.
-No se ha contado todo lo que los colombianos debemos conocer acerca del “tsunami Odebrech” en las campañas presidenciales de Santos y en otras instancias y personas.
-La gran mayoría de los caricaturistas y comediantes que publican en los medios capitalinos fueron visiblemente suaves con el presidente Santos y muy duros con el expresidente Uribe.
-El premio gordo al odio contra el exmandatario se lo ganó Vladdo, caricaturista de Semana y columnista de El Tiempo. Es tan inexplicable y oscuro, que ya tiene categoría de TOC.
-Resulta, por lo menos, singular la alianza del candidato Sergio Fajardo con la extrema izquierda de Jorge Robledo y la extrema histeria de Claudia López.
-Las rabias de algunos miembros del Centro Democrático por haber quedado Iván Duque de aspirante presidencial pueden lesionar las opciones de dicho partido en el debate del 18.
-Las encuestadoras, con intención o sin ella, alimentaron el desconcierto en la opinión social a través de sus indagaciones sobre las campañas de 2018.
-Las fuerzas religiosas herederas de Lutero y Calvino están nerviosas buscando posada en diversos partidos para insertarse de cara a las próximas elecciones.
-Las consultas a las comunidades –al menos algunas– parecen manipuladas por ciertas fuerzas o infiltradas por ideologías enemigas del progreso “capitalista”. Huevo es.
-La célebre Justicia Especial para la Paz tiene pinta de convertirse en justicia exclusiva para quienes enfrentaron a las Farc por la guerra de estas contra el Estado y la sociedad.
-La conformación de la Comisión de la Verdad oficial sobre el conflicto creó una gran desconfianza en muchos ciudadanos, pues la mayoría de sus miembros sólo ven “por el ojo izquierdo”.
-Se confirmó con creces la percepción de que al presidente Santos y sus negociadores en La Habana se les fue la mano en “generosidad” (¿bobería?) con los negociadores de las Farc.
-Los líderes del Sí siguen negando los “autogoles” del gobierno y los golazos de las Farc en los acuerdos, cuyo mayor beneficio ha sido el desarme y la desmovilización de esa guerrilla.
-Dichos líderes continuaron mintiendo al repetir que los opositores a algunos aspectos de los acuerdos son “enemigos de la paz”, “enfermos mentales”, “opuestos al progreso”, etc.
-El temor de mucha gente no es a que las Farc o Rodrigo Londoño ganen las elecciones, sino a que las ganen a través de los candidatos o partidos afines a su ideología.
-Los jerarcas de las Farc, con la excepción de “Santrich”, se pusieron de acuerdo para aparecer como “buena gente” y remplazar la fuerte imagen de terroristas desalmados.
-Contra todo realismo, el Eln sigue convencido de que la lucha armada es el camino más efectivo y eficiente para imponer y ejecutar “el paraíso” para los pobres de Colombia.
En una entrevista a Beatriz Mesa, de El Colombiano, en 1998, el maestro Fernando Botero contaba que un tiempo atrás había llegado a Medellín la televisión francesa para filmar “el mundo de Botero”, respecto del cual el artista les dijo a los periodistas: “Ese mundo no se
puede fotografiar porque no existe. Es una cosa que está en el aire, es una cierta esencia de las cosas”.
Lo expuesto en esta columna “está en el aire”, y es eso, “una cierta esencia de las cosas” – algunas nada más– que a muchos nos quedaron claras con el 2017 en las espaldas.
INFLEXIÓN. ¿Y el chocolate espeso? Es para desearles un feliz 2018 a quienes son felices y, con mayor razón, a quienes no lo son.
Las cosas claras y el chocolate espeso
Vie, 29/12/2017 - 05:15
Termina el año 2017. Lo usual es hacer balances, inventarios, síntesis. No escapo a esa fuerza, y hoy presento un resumen de las cosas claras que me deja este tiempo que muere. Son percepciones acer